LEANDRO GUZMÁN
La presa de Monte Grande ha sido el sueño de los habitantes de la región Suroeste del país, una de las regiones de mayor pobreza en el país, precisamente de donde es oriundo el presidente electo Danilo Medina, de quien espera ayuda.
Creemos que de ahora en adelante ese Proyecto sí podrá concretarse, pues el Congreso aprobó su financiamiento y construcción a cargo de una empresa brasileña, con experiencia de trabajos en el país.
Esta presa de embalse estará localizada sobre el río Yaque del Sur, en las cercanías de Barahona, y servirá para controlar los grandes desbordamientos del citado río en períodos de ciclones, pero además para irrigar más de 400 mil tareas y abastecer de agua potable por gravedad la población fronteriza. En cuanto a la producción de energía, solo alcanzará unos 20 megavatios, en beneficio de muchas comunidades de la región.
El éxito del gobierno de Joaquín Balaguer en el aprovechamiento de las cuencas hidrográficas consistió en crear Corporaciones donde se construyeron presas, regidas por las más connotadas figuras de cada una de las regiones beneficiadas. Esas Corporaciones fueron responsabilizadas de la administración y manejo de los fondos destinados a la construcción de las obras y además de la creación de una estructura para supervisar la ejecución del Proyecto, garantizando su vida útil, la calidad de su construcción y operación. Pero, también, establecer su costo real en beneficio del Estado.
Es tradición en el país que las grandes obras construidas terminan costando el doble de lo que originalmente se estableció en su Presupuesto. Esto no quiere decir que durante el período de construcción surjan contingencias de aumento de costos, que habría que tomar en cuenta, aunque en términos generales esos aumentos deben corresponder a costos reales.
En el caso de Monte Grande, se justifica la creación de una Corporación como las que existieron en la mayoría de las grandes obras hidráulicas construidas por el gobierno de Balaguer.
Esta Corporación debería estar integrada por personalidades de la región Suroeste o relacionadas con ella, como por ejemplo la Fundación Sur Futuro, las Iglesias y representantes de grupos organizados, lo que permitiría un manejo pulcro de los fondos asignados.
Iniciada ahora, la Presa de Monte Grande podría ser construida durante el período constitucional del Presidente electo, que tendría la gloria de haber impulsado una extraordinaria obra para el desarrollo de una región tradicionalmente olvidada.
Santo Domingo, R.D., martes, 10 de julio de 2012.
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