Agenda Global
José Alejandro
Ayuso
Sin lugar a discusión que, primero, la convocatoria a un
Consejo de Gobierno Ampliado; segundo, la firma del Código de Pautas Éticas y,
tercero, el plan de austeridad impuesto muestran un estilo de gobernar el país
opuesto al que padecimos los pasados ocho años, caracterizados por una evidente
falta de alta gerencia en la Administración Pública y por el dispendio de los
ingresos en gastos orientados al bienestar de funcionarios “sacrificados” en el
servicio al Estado.
Me inscribo entre quienes piensan que sólo el anuncio de
estas medidas es una fuerte crítica al pasado presidente de la República y a
ese alto porcentaje de funcionarios de su gabinete que, si bien repiten en el
del Presidente Medina, están advertidos de que el director de la orquesta viene
con un cambio de partitura cuya música se bailará al ritmo del ahorro y la
integridad en el manejo del erario, y de coordinación entre las instituciones
públicas que lucen no serán un archipiélago donde cada isla tenía un señor
feudal que hacía y deshacía a su antojo.
En consonancia con lo expresado en su discurso de toma de
posesión, se conoce que a los incumbentes de los más altos cargos de la
República el primer mandatario le hará entrega de una carpeta contentiva de los
objetivos a corto, mediano y largo plazos que deberá alcanzar al frente de sus
respectivas agencias, cuyos insumos se encuentran en el programa de gobierno,
la Estrategia Nacional de Desarrollo y los planes sociales. De esta forma se
llevaría a cabo una gestión por resultados que facilitaría la evaluación
periódica del desempeño de cada funcionario.
Como el mismo Presidente Medina ha solicitado al país ser
juzgado por hechos concretos y no por discursos bonitos y buenas intenciones,
hemos de asumir que el funcionario cuyos resultados no se ajusten a la cartilla
entregada será inmediatamente destituido de su cargo, igual sanción que la
anunciada a quien irrespete las pautas éticas y las medidas de ahorro. Se
recuerda una ley de austeridad que quizá se cumplió por unos pocos días y luego
pasó a ser letra muerta como muchas otras normas que deben regir el accionar de
quienes manejan la cosa pública.
Una buena muestra son las leyes que regulan las
contrataciones de obras, bienes, servicios y concesiones que, según un estudio
de Participación Ciudadana, sólo se cumplió en un 40% en la administración
pasada. En la actual, el Presidente ha declarado que él personalmente le dará
fiel seguimiento al cumplimiento de esta normativa, lo que de seguro redundará
en una mayor eficiencia y menos malversación de fondos cuando el Estado
contrate empresas privadas para cualquier clase de suministro.
Santo Domingo, R.D., viernes, 24 de agosto de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario