Narciso Isa Conde
En la mente de Danilo, Loma Miranda no existe. Ni Falcondo, ni Barrick Gold ni las innumerables concesiones mineras que amenazan la vida misma de la República Dominicana. Tampoco existe la propiedad onerosamente privatizada a favor de consorcios extranjeros, potentados locales y funcionarios inescrupulosos.
Las generadoras privadas el parecer no tienen nada que ver con la crisis eléctrica.
Los TLC no existen. Tampoco sus efectos destructivos sobre la producción nacional. La deuda externa es ficción y no amerita abordarse con nuevas políticas, pese a chuparse el 40% del presupuesto nacional.
El enorme déficit fiscal y el hipertrofiado gasto dispendioso no ameritan de correctivos urgentes en el gasto público.
Basta hablar de no tolerar deshonestidades sin aterrizar en los beneficiarios de la corruptela de los pasados gobiernos del PLD.
Loma Miranda.
El Departamento Anticorrupción y la Comisión de Ética fueron creaciones engañosas en su tiempo. ¿No servirá el nuevo mecanismo anunciado a iguales fines?, visto que funcionarios corruptos del gobierno anterior han sido premiados por Danilo.
La Policía, más que reformas, amerita disolución y refundación. Igual la DNC, DNI y áreas de las Fuerzas Armadas. La ratificación del anterior Jefe PN indica por donde irán las cosas.
La Constitución vigente y la estrategia de desarrollo son plataformas del neo-liberalismo, fuentes de antidemocracia, jamás podrán servir para avanzar hacia una sociedad justa.
El caos en el transporte no es invento y al parecer seguirá su agitado curso.
La grave crisis de la educación superior no existe, tampoco el incumplimiento con la UASD y el fomento de la educación como negocio privado. Que siga campante Ligia Amada.
Danilo Medina estrecha la mano a su homologo colombiano Juan Ml. Calderón.
El significado del pacto con Colombia, peón de Estados Unidos, fue tan silenciado como el convenio en favor del Depredador y la presencia del Pentágono en la isla.
Confieso que no creo en demagogias de discursos de compañas y toma de posesión. Promesas parecidas sobre educación, salud, promypimes y anticorrupción y patriotismo, he escuchados en labios de Balaguer, Guzmán, Jorge Blanco, Leonel e Hipólito (Balaguer habló de cortarle la manos a corruptos y Leonel de sanciones y austeridad).
Prefiero esperar nuevos hechos, subrayando los plasmados a raíz del pacto con Balaguer; así como los silencios danilistas frente a la corrupción, la enajenación del patrimonio del país, torturas y crímenes durante doce años peledeístas.
Y si cierto es que los silencios son más elocuentes que las palabras, los primeros hechos de Danilo se resumen en abundantes nombramientos ajenos a la ruptura con ese pasado perverso.
Santo Domingo, R.D., domingo, 19 de agosto de 2012.
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