Félix Santana García
Transcurrido el 16 de agosto del año que discurre, fecha establecida en la Constitución Dominicana, en la que cada cuatro años las autoridades electas a nivel nacional asuman las funciones de dirigir los destinos de la nación.
Fecha de regocijo, fiestas, felicitaciones, comentarios, consejos y orientaciones, opiniones favorables o desfavorables sobre las palabras pronunciadas ante la Asamblea Nacional (Cámara de Diputados y el Senado) sobre cómo debe conducirse el nuevo ocupante del palacio nacional en el manejo de la cosa pública.
También es el día de la emisión de los decretos que asignan, confirman o trasladan los funcionarios que formarán el nuevo equipo de gobierno.
Pasada la indicada fecha el recién juramentado presidente debe poner los pies sobre la tierra e ir dejando a tras la parafernalia y todo cuanto tiene que ver con los primeros días de mieles que se viven con motivo de la inauguración del nuevo gobierno, para entrar de lleno al trabajo de los famosos primeros cien días de gestión gubernamental, instituidos desde el mandato del presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, periodo 1933-1944.
En su discurso de toma de posesión el Lic. Danilo Medina Sánchez del Partido de la Liberación Dominicana en todo momento solo se refirió a las ofertas programáticas de los próximos cuatro años, sin mencionar el apoyo financiero que estas tendrían y, nunca tocó los aspectos concernientes a los déficits interno y externo que afectan la vida económica-financiera de la nación dominicana, ni se refirió a la abultada deuda externa.
Hoy el país se percibe casi paralizado, pues no obstante haberse bajado la tasa de política monetaria Overnight a 5.5% y Lombarda a 7.5% sus efectos no se han sentido y por tanto su bondad no ha llegado a los usuarios de los servicios financieros, acusando poca actividad comercial en el mercado local.
Se plantea que el Banco Central de la República Dominicana tendrá que bajar nueva vez las tasas de interés ya que el poder adquisitivo de los consumidores se vio muy afectado el pasado año.
El presidente Danilo Medina Sánchez tendrá que enfrentar más temprano que tarde el mayor desafío de la historia ya que las cuentas nacionales fueron dejadas por el pasado presidente Leonel Fernández Reyna totalmente desequilibradas, pues el déficit fiscal de 2012 podría llegar a los RD$122,600 millones, la deuda pública consolidada asciende ya a los US$26,000 millones y se espera un déficit en cuenta corriente de más de US$5,000 millones.
Ante esta economía en crisis, regalo envenenado que el señor Leonel Fernández deja a su sucesor y compañero de partido, señor Danilo Medina Sánchez, éste debe terminar de conformar su equipo de gobierno y poner coto desde ya al despilfarro, corrupción, gasto vanidoso, descuido de la agropecuaria, exceso de deuda y reactivar los sectores productivos para así evitarle peores consecuencias al pueblo dominicano.
Que comience a predicar con el ejemplo dejando a un lado las palabras encantadas y devuelva la confianza a este pueblo merecedor de mejor suerte, de lo contrario el día se tornará bastante negro y ya será demasiado tarde.
Santo Domingo, R.D., miercoles, 22 de agosto de 2012.
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