miércoles, 14 de noviembre de 2012

Gerenciar la incertidumbre


 
Fernando Álvarez Bogaert

Acaba de concluir una campaña política electoral en Estados Unidos que se inició en 2009, en medio de la segunda crisis económica y financiera más grande del siglo XX, con el grito de guerra del senador republicano Mitch O’Connell, cuando expresó que el único propósito de su partido era derrotar a Barack Obama en el 2012. Realmente, fueron cuatro años de guerra social y económica.

Los Republicanos se centraron en reducir el déficit en base a drásticos recortes sociales, defendiendo la gran reducción  de impuestos que el expresidente Bush concedió a los billonarios (quienes pagan menos porcentaje de impuestos que sus secretarias). Los demócratas, por su parte, propugnaban por la  eliminación de la reducción de impuestos a los billonarios y que se aplicaran modestos recortes sociales cuyo monto se ha duplicado de 1955 al 2011.

Es evidente que Estados Unidos tiene que enfrentar el déficit - país donde se penaliza severamente la utilización de dinero aprobado por el Congreso para fines específicos y que se desvíen para otros fines - a corto y largo plazo.

A corto plazo:

Tiene que enfrentar, decidida e inmediatamente, la denominada “pendiente fiscal” (fiscal cliff) ¿Cómo ocurrió esta pendiente fiscal? durante los últimos diez años, Estados Unidos trata los problemas del tope de la deuda (la deuda cada vez que llega un tope debe ser aprobada por el Congreso) y el déficit con medidas transitorias, las cuales tienen que volver a aprobar en un tiempo definido. Veamos:

- La reducción de impuestos de Bush (dividiendo entre los que ganan más de 250,000 dólares al año y los que ganan menos) caduca el 31 de diciembre de 2012. Los Republicanos quieren que se le apruebe a todos;  los demócratas, a los menos ricos.

- Se aprobó una reducción automática de gastos que, si no se modifica inmediatamente, entra en vigor el 21 de diciembre del año 2012.  

Barack Obama.

A largo plazo:

Estas dos medidas representan 500,000 millones de dólares, y las proyecciones, si las mismas se implementan, llevarían a Estados Unidos a la recesión con todas sus consecuencias en la economía mundial. Es natural que enfrentar, con éxito, este “fiscal cliff” es absolutamente fundamental.

- Obama y los republicanos tienen, en adición, que realizar fuertes cambios estructurales que vigoricen fuertemente la industria manufacturera (hace 20 años el 21% de los empleos en los Estados Unidos eran manufactureros, los cuales son bien remunerados, actualmente solo el 9% son manufactureros), así como mejorar la infraestructura, detener el incremento exponencial de los costos de la salud, etc.

- En adición, tendrá que manejarse con la crisis de la eurozona, la situación revolucionaria de los países medio oriente, la crisis de Irán con  Israel y el traspaso a la quinta generación de líderes en China, los cuales tendrán que administrar una formidable nación que ha crecido 10% por año en los últimos 30 años; pero tiene, además, que emprender fuertes reformas en su modelo económico y social puesto que sus enormes inversiones, fruto de un ahorro de casi 50%, está creando un extraordinario exceso en su capacidad industrial instalada.

El presidente Obama está operando desde el punto de vista económico en un ambiente de gran incertidumbre. En otras palabras, en una situación parecida a la descrita por el profesor de matemáticas de la Universidad de Temple, Dr. John Allen Polson, describiendo un modelo matemático con variables inestables. El dijo: “la más grande incertidumbre es la misma certidumbre, aprender a gerenciar la inseguridad es la única forma de gerenciar la seguridad”.

Es fundamental para la muy débil economía mundial y la nuestra (tan abierta y tan dependiente de la economía norteamericana) que Obama enfrente con éxito este complejo desafío.   

Santo Domingo, R.D., miércoles, 14 de noviembre de 2012.

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