miércoles, 12 de mayo de 2010

El sistema electoral se blindó y no pueden burlarlo





Orlando Gil

Desfasados
Los políticos mañosos y tramposos están tan ocupados en sus malas acciones que no se han dado cuenta de que están desfasados, de que se quedaron atrás, de que el sistema electoral se blindó y no pueden burlarlo como antes. De que la Junta Central Electoral puso candado después que robaron, pero que ahora no pueden hurtar ni que rompan la puerta. Y esto vale para el que comete el hecho, como para el que lo denuncia. La compra de cédula, por ejemplo. Esa práctica tuvo su momento, nadie puede negarlo, pero fue en una oportunidad, cuando se celebraron las primeras elecciones con el nuevo documento. Entonces estaba caliente, como pan sacado del horno, y la JCE no daba duplicado tan rápidamente.

La manipulación fue de dominio público y el organismo responsable tomó los correctivos de lugar, de manera que ese es un vicio superado y una rémora inútil del pasado: ningún candidato gana o pierde por compra de cédulas. Por tanto, se trata de un ruido de campaña innecesario…

La copia
¿Por qué la compra de cédulas no afecta los resultados de las elecciones, si es que alguna vez lo hizo? Fácil la respuesta: La Junta Central Electoral entrega una copia a todo interesado que la solicita. Incluso, lo hace de manera gratuita, a pedido de los propios partidos, que como conocían la ley y la trampa quisieron cubrirse.

El presidente de la Cámara Administrativa lo reiteró ahora, cuando se volvió con la ociosidad del tema, anunciando que ese servicio estaría ofreciéndose hasta el día catorce.

Es decir, dos días antes de las elecciones. El ciudadano que no ejerza su derecho, será por haraganería, o porque no le interesa favorecer ninguna de las opciones en oferta, y nunca porque tenga hipotecada su cédula. Los partidos y los particulares saben que la pava ya no pone donde ponía, y que si dedican su tiempo y dinero a esa compra, serán víctimas conscientes de fullería. Nadie puede esperar nobleza en un negocio de por si aberrante. Si busca de nuevo el documento, su voto será de signo contrario, por su verdadera preferencia…

El mito
La vieja creencia era de que el gobierno, no importaba el partido que lo sustentara, compraba cédulas, y esa acusación encontró en Joaquín Balaguer y su Partido Reformista Social Cristiano sus mejores destinatarios, pues demostraron hasta la saciedad que no tenían escrúpulos para alcanzar o conservar el poder. Si existía el medio, el fin estaba más que justificado. El mito se mantiene, y se mantiene por comodidad, pues la oposición no es muy creativa, y eso se confirma cuando llega al gobierno.

Se hacen y se repiten las mismas cosas. Y la verdad es que esa práctica es de lado y lado, y lo mejor de todo es que no se lleva a cabo en función de resultados, sino por la tonta apreciación de que si el otro lo hace, por algo será. Ahora, por ejemplo, el PRD demanda de la Junta Central Electoral que se permita votar con cualquier documento público, como forma de contrarrestar los efectos de la compra de cédulas.

El delegado es un abogado, pero olvida lo elemental. Esa doble finalidad de identidad y electoral la asigna la ley…

¿Cuál?
Además, a la hora de denunciar hay que ser directo, de manera que no se vea la acción como un juego. Se acusa al gobierno de comprar cédulas, pero también de repartir electrodomésticos para agenciarse votos entre los pobres. Entonces hay que decidir entre una cosa y la otra, pues podrían no ir de las manos. Se compra la cédula para que no se vote a favor de determinado candidato o sector, pero cuando se regala nevera, estufa, etc. es para que se haga lo contrario: para que se vote. Es decir, en un caso el acto es negativo; en el otro, positivo. ¿Con cuál se quedan?...

Santo Domingo, R.D., miercoles, 12 de mayo de 2010

orlandogil@codetel.net.do
http://www.listin.com.do/puntos-de-vista/2010/5/12/141644/El-sistema-electoral-se-blindo-y-no-pueden-burlarlo

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