Radhamés Gómez Sánchez
Traspasan estos tiempos electorales tanta mentira y engaño de que ha sido víctima el pueblo dominicano.
Falsedades y disimulos definen a esta gavilla cucañera gubernamental.
Así como con los 130 millones de dólares de la Sun Land, tampoco los bonos soberanos por 750 millones de dólares van a aumentar la deuda externa, según el gobierno.
El préstamo internacional con la Sun Land que Leonel nunca envió al Congreso Nacional obligado a aprobar el endeudamiento externo, fue una novedosa forma de financiamiento de obras públicas.
Los bonos soberanos colocados a un interés superior a los de Grecia con sus graves problemas financieros originados en mentiras y engaños, tampoco elevarán la deuda externa, según el ministro de Hacienda.
Estos bonos son distintos a los del gobierno de Hipólito Mejía, primigenios y a bajo interés, pero que al decir de estos mandantes aumentaron la deuda inimaginablemente, y originaron todos los males nacionales.
La deuda pública incrementada en un ciento por ciento en los últimos años nada malo causa. La estabilidad cambiaria le cuesta un riñón al país y lleva la deuda cuasi fiscal a la estratosfera, y para ellos, sin crear problema alguno.
También para ellos Hipólito estableció el narcoestado y Leonel se encargó de desarticularlo. Gracias a él y a los Supertucanos ya no hay drogas en el país.
Leonel y sus jefes militares sabían de antemano que los miles de millones de pesos erogados para los Supertucanos acabarían con el tráfico de drogas.
Por eso deben asumir con sus patrimonios particulares los miles de millones de pesos que costaron los aviones si no acaba el narcotráfico.
El asesor de drogas de Leonel, Vincho Castillo, experto en descubrir pistas de aterrizaje y ver narcoestado en tiempos pasados, ahora ni siquiera cree en las pecaminosas vinculaciones de funcionarios con el narco, denunciadas hasta por sus litorales.
Imagino lo que habría hecho Vincho con una fotografia de Hipólito con Quirino, con Del Tiempo o con Agosto. Pero era otro el tiempo. Y era otro el interés.
Este gobierno erradicó el narcoestado; como el novedoso mecanismo de financiamiento de los 130 millones de dólares con la Sun Land; como los bonos soberanos que no incrementan la deuda externa.
Así Leonel acabó los apagones, con circuitos privilegiados de 24 horas. Gracias al gobierno peledeista hay agua potable en el hogar dominicano. Hay confianza popular. Este gobierno ha empleado un millón de trabajadores.
La seguridad ciudadana es tal, que los funcionarios, queridas y relacionados caminan sin escoltas por las calles. Tan humildes, nunca van a lujosos restorantes a pedir vino caro.
Ahora no es preciso gastar miles de millones de pesos del contribuyente pagándoles a medios y a periodistas vendidos al mejor postor.
También pueden hablar libremente los ciudadanos, porque este gobierno es incapaz de cerrar emisoras de radio o televisión, sobornar o chantajear a propietarios y periodistas.
Esta gavilla cucañera trajo el Paraiso Terrenal y al mismo Dios aquí al pueblo dominicano.
Anteriormente era un infierno. La inseguridad ciudadana con el pueblo al garete. Es distinto cuado el narcoestado evidente traspasó despachos y puertas.
De mentiras y engaños está saturado el pueblo dominicano atrapado en esta ratonera.
Santo Domingo, R.D., domingo, 2 de mayo de 2010
ragosa@gmail.com
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