Julio Cury
La política económica del actual gobierno, aunque generadora de efímeros alivios, es a la larga peligrosa e insostenible. El nivel de endeudamiento público, unido al despilfarro de fondos públicos con vocación demagógica, expondrá sus consecuencias más temprano que tarde. Grecia le cogió tanto el gusto a los préstamos que ahora no solo está abocada a ser el primer país de la eurozona en incumplir sus obligaciones crediticias, sino que también Papandreu, su primer ministro, teme que el rescate sea imposible.
Islandia y Dubai ya habían encendido la alerta roja; España, Portugal e Irlanda están en el punto de mira, y ahora el Reino Unido, donde los impuestos no cubren los niveles del gasto público, ha planteado recortarlo drásticamente para empezar a cerrar su déficit fiscal. ¿Cómo cubriremos nosotros el que estamos acumulando este año y el que venimos arrastrando? Pues tomando más préstamos, anunció el Secretario de Economía.
Vamos hacia la bancarrota; más del 40% de las recaudaciones tributarias se emplea para pagar compromisos financieros, y el Congreso, controlado por el PLD, no cesa de aprobar créditos. Aunque el PRD no logre mayoría este próximo domingo, Milagros Ortiz Bosch, de una honradez sin máculas, representa una esperanza.
Y es que aunque ella poco pueda hacer para evitar que el gobierno siga endeudándonos hasta las cejas, al menos levantaría su voz de alarma hasta que este país asuma racionalmente los riegos de inflación, fuga de capitales, desempleo y empobrecimiento que corremos por culpa de la adocenada mayoría peledeísta. Milagros no precisará de ningún milagro para reasumir su curul en el Senado, pero de todos modos quisiera exhortarles a los que todavía dudan por quien votar en el Distrito Nacional, que lo hagan por ella, mujer de nobles virtudes que dignifica el quehacer político, y cuyos permanentes desvelos por esta sociedad la hacen acreedora del agradecimiento y respeto de todos nosotros.
Santo Domingo, R.D., 12 de mayo de 2010
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