A rajatabla // Orión Mejía
No debería ser tan difícil entender las razones por las cuales el presidente Leonel Fernández ha dicho que en torno a la reelección presidencial el pueblo tiene la última palabra, expresión que fue precedida de otra en la que proclamó su deseo de dedicarse a realizar un buen gobierno que sea orgullo de la población.
Las declaraciones presidenciales han tenido múltiples interpretaciones, aunque la mayoría apunta al convencimiento de que el mandatario intentará otra repostulación en las elecciones del 2012 o que procura recabar el ánimo de la ciudadanía respecto a esa posibilidad.
En política nada es absolutamente previsible, por lo que la reelección presidencial no debería descartarse ni aun por quienes afirman que esa puerta fue clausurada por la nueva Constitución de la República, menos aun si el posible aspirante es el doctor Leonel Fernández, un indiscutible líder a cuyo liderazgo se atribuye la más reciente victoria electoral del Partido de la Liberación Dominicana.
Con la excepción de sus marginales declaraciones respecto a que el pueblo tiene la última palabra, el presidente no ha ofrecido ninguna señal importante que permita colegir que procurará la reelección, aunque tampoco ha dicho o hecho nada que descarte esa posibilidad.
¿Qué ocurriría en el PLD y en el Gobierno si el Presidente anuncia desde ahora que no optará en 2012 por un nuevo mandato? ¿Qué sucedería si dice lo contrario?
En cualquiera de los dos escenarios, sería difícil que el mandatario pudiese completar una gestión de gobierno que resulte en orgullo para la población, porque el laborantismo político de los funcionarios sería de tal magnitud que las labores de Estado quedarían relegadas a un segundo plano.
Si el doctor Fernández anuncia ahora- a dos anos de las elecciones- que va por otro período, con toda seguridad dividiría al PLD y unificaría al Partido Revolucionario (PRD), cuyo debilitado presidente madrugó en la peregrina idea de crear un frente antirreeleccionista, como otra vía de escape al cerco que le han tendido en esa organización.
El único mensaje que el presidente Fernández ha enviado a funcionarios, dirigencia del PLD y a la población, es el de que dedicará todo su empeño a realizar un buen gobierno, por lo que debe colegirse que el tema de la reelección no está en la agenda presidencial, al menos no por ahora.
Al PRD le conviene poner de moda ese tema porque entretiene y hace olvidar el sabor amargo de la derrota electoral que esa organización sufrió en la víspera; esa música gusta a oídos de algunos funcionarios de descoloridas lealtades que se han aprovechado siempre de la nobleza del líder.
El presidente ha demostrado que sabe usar la cabeza, que tiene extraordinario olfato político y gran sentido de oportunidad, por lo que su decisión respecto a si va o no en el 2012 no será anunciada ni el día antes ni el día después.
Santo Domingo, R.D., domingo, 11 de julio de 2010
http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/7/10/54099/A-rajatabla
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