miércoles, 14 de julio de 2010

De lealtad se trata







Juan Taveras Hernández (Juan TH)

Hace muchos años, 1970, la solidaridad y la lealtad eran valores imprescindibles para militar en la mayoría de los partidos o grupos políticos. La vida dependía en gran medida del sentido de solidaridad de quienes compartíamos la militancia partidaria.

La principal arma de un militante de la izquierda de esos años, no era una pistola, un revolver o una metralleta, era la ideología o la conciencia política. Como dijera El Che, lo que importa no es el número de armas en las manos, sino el de estrellas en la frente.

Juan Pablo Duarte, padre de la Patria.

La militancia política opositora durante la dictadura de Trujillo se pagaba con la muerte. La Raza Inmortal del 14 de Junio nos legó el amor por la libertad y la justicia. La utopía no murió con ellos; al contrario, nació con ellos. Y con las hermanas Mirabal. Y con Manolo Tavárez Justo, sin duda el más puro de los políticos del país junto con Juan Pablo Duarte. Ellos, al igual que los combatientes de Abril del 65 no le pusieron precio a su heroísmo.

Fieles a sus valores y principios, una buena parte de la juventud cayó acribillada durante aquellos 12 brutales años de la dictadura ilustrada de Joaquín Balaguer.

En aquellos años a ningún militante se le ocurría “cobrar por sus servicios” al partido, al sindicato o al club. El país parecía dolerles a los políticos de ayer. Para los de hoy, los que están en el gobierno como los de la oposición, el país es un botín de guerra.

Manuel Aurelio Tavares Justo (Manolo)

Los que decían “servir al partido para servir al pueblo” no han hecho otra cosa que servirse ellos. El progreso les ha llegado a ellos, sin duda, pero no al pueblo que cada vez es más pobre. Muchos de los que se encuentran en la “oposición” (sí, entre comillas) buscan una contrata o un cargo en el gobierno, no para servirle al país, sino para servirse ellos con la cuchara grande, la cuchara del Estado.

En esa búsqueda de riquezas, he visto a tantos venderse, arrodillarse, mendigar, que me avergüenzan. Gente sin principios, sin entereza, sin coraje, sin valores. Pordioseros de la política. “Corruptos patológicos”, Corchos.

El que no es leal, no sirve ni para echárselo a los perros. Y los partidos, sobre todo el PRD, está lleno de gente desleal, capaces de vender hasta a sus madres por un cargo o un negocio fácil con el Estado. Lo que veo en los partidos, sobre todo en el PRD, me produce náuseas.

La política, para mí, también es cuestión de lealtad, es decir, de dignidad.

Santo Domingo, R.D., miercoles, 14 de julio de 2010

(juanth04@hotmail.com)

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/7/14/54372/De-lealtad-se-trata

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