sábado, 10 de julio de 2010

Policía Nacional

Amín quien te recuerda en las escaleras de sangre de esta policía de siempre… nada cambia, todo sigue igual… protesta c…ñ…*/

Carlos De Peña Evertsz

“Las causas están ocultas. Los efectos son visibles para todos”, Ovidio.

Mi primer recuerdo trascendente sobre la Policía Nacional lo obtuve durante el levantamiento popular o poblada de Abril de 1984 al ver asombrado el intercambio de piedras, balas y macanas entre la población y los llamados miembros del cuerpo del orden, luego por la cercanía del recinto educativo donde estudiaba con un destacamento, me acostumbre a ver entrar y salir “cascos negros” desde el frente del área donde solíamos hacer deportes.

Con un poco más de edad durante los últimos diez años del padre de la democracia, pude percatarme de cuan útiles eran las tarjetas de identificación de los jefes policiales para algunos de mis conocidos privilegiados del poder, imparables para los tráficos e intocables para capitanes y sargentos.

Algunos ciudadanos de Duarteland recién han descubierto las practicas represivas de la Policía, les escuchado el clásico “debemos hacer algo” tan chulo y cool como siempre, otros recién salidos del aire acondicionado de sus oficinas dan cátedras sobre la reforma definitiva que debe hacerse en el organismo supuesto a preservar el mal llamado orden público y las desdobladas y relativas buenas costumbres.

Arrestado, en su casa, y frente a todos Amin rueda por las escaleras con un tiro de policia en la nuca. Asi de sencillo.

Algunos piden la cabeza del Jefe Policial de turno, satirizándolo como el centro de todos los problemas, otros como su deporte favorito suelen indicar la degradación moral de esta sociedad como causa de todos los males, claro según su moral moralista y calificadora de todos los pecados de los mortales que habitan el circo, ellos, los dioses del poder, son inmaculados.

Los más ligeros atribuyen a la delincuencia juvenil y a la falta de macana con ella el origen de tanta fragilidad y riesgo en nuestras grandes ciudades, acaben de fusilar esos delincuentes te dicen, quieren sangre, cual circo romano.

Pero yo siempre en mis necedades semanales, quiero empezar a entender el porqué de las cosas, yo en mis ligerezas existenciales, en mi miopía de clase media seudo-intelectual, quiero joder la pista y preguntar:

¿Para qué fue creada la Policía Nacional?, ¿Cuál es su historia, ¿Qué fines ha perseguido?, ¿A quienes ha servido, ¿es nueva la baja credibilidad policial?


Amin Abel Hasbun

Las respuestas son sencillas y complejas a la vez, depende la pose que cada quien tome, serán sencillas si tomamos pose de rueda de prensa “importante” desde donde le manifestaremos a la población nuestro compromiso con transformar radicalmente la afectada institución, si tomamos pose de especialista u experto en estos asuntos, panelista habitual para la teoría, entonces diremos que debe hacerse una profilaxis en el cuerpo policial. (Palabra dominguera que significa prevenir la aparición de infecciones).

Aquellos polvos trajeron estos lodos, como dice el viejo refrán, esta Policía Nacional como la conocemos fue creada como mecanismo de represión y coerción ciudadana (1936) y sus transformaciones sucesivas solo han implicado la sofisticación de las técnicas del “súbase y cállese”, “caiga quien caiga” y “hasta las últimas consecuencias”, sin que caigan grandes, sin consecuencias importantes y solo montando en la perrera (aquel vehículo jaula usado hace unos años) al sin apellido, sin tarjeta o sin carnet del palacio de turno.

Esa Policía Nacional fue instrumento de represión con cascos blancos, la geoestrategia de los Estados Unidos en la Guerra Fría la transformo en cascos negros y en fuente de inteligencia y contrainsurgencia contra los remantes de la revuelta de abril del 65.

Ese cuerpo del des-orden, ha sido fuente permanente de corrupción, cantinas, cafeterías, contrabandos, ascensos privilegiados, excesos de ocasión, crímenes circunstanciales, soluciones sin solucionados, calvarios de padres y madres con hijos muertos sin morir, destacamentos visitados para “mojar” al de turno, que si no tu carro, tu hijo, tu pasola, tu radio o tu nevera no aparecen.

Presidentes van y vienen, jefes policiales quitan y ponen, voceros de prensa que declaran, declaraciones sin sustancia, asesinos sueltos, sometimientos a la justicia sin justos, camuflajes de cordura, salarios de miseria sin miseria, cabos con licenciatura en carritos de supermercado o en serenaje de torres de lujo.

Y yo vuelvo y pregunto en mi terquedad enfermiza, ¿Para qué fue creada la Policía Nacional?, ¿Cual es su historia, ¿Qué fines ha perseguido?, ¿A quiénes ha servido, ¿es nueva la baja credibilidad policial?

Esos polvos trajeron estos lodos, limpia los polvos y entonces desaparecerán los lodos… y e`fácil, ta`to…demasiados privilegios tienen esos lodos, demasiadas herencias esos polvos …Déjamelo fácil brother… pónmelo cómodo…

No protestes, oye, protesta, mejor no protestes, pero al fin y al cabo protesta… cool, si ombe hagamos una protesta… protesta, pero sigue protestando… a ver, esto debe acabarse… protesta… en facebook, en twitter, en blackberry, en iphone, Guzman Fermin asesino carajo… me paro, no me paro, en lo claro o en lo oscuro…

Amín quien te recuerda en las escaleras de sangre de esta policía de siempre… nada cambia, todo sigue igual… protesta c…ñ…

Santo Domingo, R.D., sábado, 10 de julio de 2010

cdepena44@gmail.com

http://www.clavedigital.com/App_Pages/opinion/Firmas.aspx?Id_Articulo=18106

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