ORLANDO DICE... // Orlando Gil
Sin daño
La Junta Central Electoral hizo la proclamación de los ganadores en las pasadas elecciones y entregó los certificados que acreditan a los nuevos funcionarios congresuales y municipales como si el proceso hubiera sido normal y ejemplar.
Los ruidos del 16 de mayo y días subsiguientes se apagaron solos, y ya hoy nadie recuerda esas protestas y mucho menos ellas afectaron el buen nombre del organismo y de la democracia dominicana. Aunque queda una especie de arenilla que en la medida que salga hará sangrar el conducto como los pacientes de cálculos en los riñones. Los nuevos magistrados, de la instancia que fuere, deberán tener en cuenta la reciente experiencia para no hacerse los graciosos con los políticos y sujetarse a la ley o a la tradición. La Cámara Administrativa estuvo en el ojo del huracán por complacer al PRD, que quiso que se escanearan la misma noche del escrutinio las actas con los votos preferenciales, contraviniendo su propia decisión de solo incluir las provincias y facilitando la contabilidad de los senadores…
La suerte
Ese forzado conteo de los votos atribuidos a los diputados fue lo que provocó muchas de las quejas y querellas, que en el fondo eran entre candidatos, pero que en la forma afectaron la imagen de la Cámara Administrativa como organizadora del proceso. Si ese cómputo se hubiera hecho como estaba previsto, con un personal más descansado y en mejor capacidad de discernir y determinar los favorecidos, los candidatos hubieran reaccionado de todas maneras (porque quien no grita no mama), pero sin motivo aparente ni razón verdadera. La Administrativa, que había andado todo el camino de manos de los partidos, tuvo que romperse las rodillas sin sufrir ninguna caída, solo porque el muchacho nació feo y el padre y la madre quisieron librarse acusando a La Comadrona. El presidente del PRD que la tomó suave la noche del 16 de mayo, se alocó al día siguiente y llamó a su partido a la calle, sin darse cuenta de que eran otros tiempos y diferentes las circunstancias. Por suerte, la cordura –esta vez– se vendió en boticas y no se produjo ningún despropósito…
Los alka
Los procesos electorales dominicanos, a pesar de los traumas del pasado, se caracterizan por la efervescencia y no por el desbordamiento. La tormenta se queda –casi siempre– en el vaso de agua, y como el alkaseltzer alivia o como la cerveza divierte. El político dominicano tiene anteojera y no mira hacia los lados, pero por acto reflejo ve el abismo antes de llegar y se detiene o cambia de dirección.
Incluso, en ocasiones muestra más habilidades que Indiana Jones y se salva de los trances más difíciles. Ese PRD que llegó a amenazar con someter a la justicia a la Cámara Administrativa le está buscando el lado a dicho órgano, pues el loco se cree Napoleón hasta que llega al pasaje de Waterloo.
La dirección del partido blanco tiene en agenda procesos internos que deberán ser supervisados y calificados por una Cámara Administrativa que para entonces seguirá existiendo, pues la nueva entidad (creada en la reforma constitucional) no estará instalada. Anjá ¿Tener los jueces en contra con un Hipólito Mejía reposicionado y que no para mientes?…
El desagravio
Virgilio Bello Rosa
Uno de los estrategas llamó la atención del poco sentido de afilar cuchillas para su propia garganta, o como en la conocida fábula, “dar coces contra el aguijón”. Aconsejó que como en el cuento había que salir por las calles a recoger papelitos, o por lo menos hacérselo saber a los miembros de la Administrativa.
Incluso, apresuró la encomienda, pues Roberto Rosario, el presidente, tenía viaje con fecha y era bueno que se fuera desagraviado.
El problema era que para salvar la cara, había que tirar a uno de los responsables al agua.
El malo tenía que ser Virgilio Bello Rosa y el bueno se pensó en Carlos Gabriel García. Dicen que él se ofreció…
Santo Domingo, R.D., miercoles, 14 de julio de 2010
orlandogil@codetel.net.do
http://www2.listindiario.com/puntos-de-vista/2010/7/13/150425/Proclamacion-de-ganadores-y-los-desagravios
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