El ex mandatario critica a Colombia y pide seguidores asilarse
Hernando Salazar
BBC - Bogotá
Hay sorpresa en Colombia por un duro comunicado del ex presidente Álvaro Uribe, en el que arremetió contra la justicia y los columnistas de opinión, y tomó distancia del gobierno del mandatario Juan Manuel Santos.
Uribe salió al ataque en defensa de sus más cercanos ex funcionarios que están bajo investigación y sostiene que varios de ellos no tienen garantías judiciales ni de seguridad en Colombia, y por eso apoya que se asilen en otros países.
El ex mandatario esgrime esa tesis menos de cuatro meses después de haber dejado el poder, en el que permaneció ocho años y cuando su principal logro, según él mismo, fue la recuperación de la seguridad en Colombia, un país que lleva medio siglo en medio del conflicto armado.
También asume esa posición luego de que lo sucedió en la presidencia Juan Manuel Santos, quien fue su ex ministro estrella de Defensa y llegó al poder con los votos de los uribistas.
Investigan colaboradores
Todo se debe a que después de que Uribe terminó su mandato la justicia penal y disciplinaria aceleró las investigaciones contra varios de sus colaboradores.
Se trata de tres casos, uno por escuchas y seguimientos ilegales que hizo la policía secreta contra magistrados, líderes de la oposición y periodistas, otro por la supuesta compra de votos en el Congreso para la aprobación de la primera reelección presidencial y una acusación por calumnia presentada por sindicalistas.
El ministro del interior, Germán Vargas, recordó que la justicia colombiana es "autónoma e independiente" y que ofrece todas las garantías debidas.
La gota que derramó la copa cayó el pasado fin de semana con el pedido de asilo político por parte de la ex jefe del DAS (la policía secreta), María del Pilar Hurtado, en vísperas de que la Fiscalía probablemente le impute cargos y pida su detención.
A Hurtado el gobierno de Panamá –cuyo presidente, Ricardo Martinelli. es muy cercano a Uribe- le concedió asilo político por razones humanitarias y de seguridad.
Ese episodio desató una tormenta política en Colombia y Panamá. El gobierno de Santos expresó su malestar por no haber sido informado previamente y ha insistido en que existen garantías judiciales y de seguridad para todos los imputados.
Incluso, esta mañana, el ministro del interior, Germán Vargas, recordó que la justicia colombiana es "autónoma e independiente" y que ofrece todas las garantías debidas.
La lista de los ex funcionarios uribistas investigados es larga, y de ella hacen parte el ex vicepresidente Francisco Santos y el ex ministro del interior Sabas Pretelt.
El comunicado de Uribe se produjo en la noche del martes, horas después de que Costa Rica anunció que no le concedió asilo a Pretelt, sancionado disciplinariamente con la destitución de su cargo y a la espera de un juicio penal por el tema de la reelección presidencial.
¿Distancia de Santos?
El ex ministro y ex constituyente Jaime Castro declara a BBC Mundo que "Uribe no solo volvió a atacar a la Corte Suprema y a los columnistas, sino que, sin mencionarlo, también se distancia del gobierno de Santos en el tema del asilo que Panamá le concedió a la ex jefe del DAS (la policía secreta), María del Pilar Hurtado".
El actual presidente fue un ministro estrella de Uribe y llegó al poder con los votos del ex mandatario.
Un cercano amigo de Uribe, su ex consejero José Obdulio Gaviria, escribió este miércoles en el diario El Tiempo que “el pedido de asilo de Hurtado es una prueba irrefutable de la politización de nuestra justicia”.
El ex mandatario insiste que en la Corte Suprema se impulsa, sin fundamento, "la hipótesis de un propósito criminal en la Presidencia para desacreditar al órgano de Justicia", al referirse al escándalo por las escuchas y seguimientos ilegales.
Un escándalo donde se descubrió que la policía secreta tuvo infiltrados en la Corte Suprema que sustrajeron expedientes sobre casos sensibles e instaló dispositivos para grabar sesiones.
Pero Ramiro Bejarano, columnista de El Espectador y víctima de los seguimientos, le insiste a BBC Mundo que "todas las pruebas de las chuzadas (escuchas) conducen hacia la Presidencia".
El ex ministro y ex constituyente Castro insiste en que el comunicado es una muestra de que Uribe "es un boxeador que pelea en las cuatro esquinas y que quiere seguir siendo protagonista de la vida política".
Según varios analistas, el gobierno de Santos ha ido tomando progresivamente distancia de su antecesor, aunque el presidente lo ha negado reiteradamente.
Un conocido caricaturista y columnista, Héctor Osuna, del diario El Espectador, asegura que la política de Santos ha sido felicitar a Uribe por todo lo que hizo, pero hacer todo lo contrario.
Y otro observador, el ex alcalde Luis Eduardo Garzón, director del Partido Verde, sostiene que Santos se hizo elegir con la agenda de Uribe, pero está gobernando con la de sus opositores.
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