miércoles, 8 de diciembre de 2010

El PRD y los rápidos cambios que se dan para su convención

Orlando Gil

LA CONVENCIÓN
Si se observan en detalles los resultados de la reunión de la Comisión Política del PRD del pasado lunes, entre lo conseguido u otorgado no hay nada diferente a las demandas y propósitos iniciales de los grupos. En este caso de Miguel Vargas e Hipólito Mejía. Como siempre los perredeístas terminaron por el comienzo. 

Se rehuían unos a otros en medio de la calle, hasta que se encontraron en un callejón sin salida y tuvieron que ponerse de acuerdo. Habemus convención, dirían en el Vaticano, y lo que es más interesante, en marzo, que era la fecha aprobada. El partido blanco podría estar en condiciones de alcanzar una meta hasta ahora imposible: cumplir sus propios plazos. En manos del triunviro, pero sobre todo de Enmanuel Esquea Guerrero, se sabrá lo que es peine en cabello malo. Falta resolver el problema del financiamiento, que no es un inconveniente pequeño. 

Incluso, habrá que ver cuál costo se impone, pues entre los comisionados hay experiencias a tomar en cuenta. Dicen que la que presidió Milagros Ortiz Bosch salió cara, y la de Esquea Guerrero barata, o menos cara… 

LOS RUIDOS
Como ya era costumbre, los grupos del PRD se prepararon para el encuentro de la Comisión Política cual si se tratara de una guerra y no de un ritual para oficializar los acuerdos. Los seguidores de Miguel Vargas ensayaron su coro para ahogar cualquier disturbio de voces de los partidarios de Hipólito Mejía, y estos fueron advertidos para evitar las provocaciones de sus oponentes. Incluso, la ubicación en el terreno era un presagio. Los “papacitos” ocuparon las tres primeras filas, considerándose que eran minoría, y los MVP los asientos de atrás. Cuando uno de Mejía se movía en la silla o hacía algún gesto de intervenir, lo intimidaban al grito de “Miguel, Miguel, Miguel”. Como todo quedó bien, nadie se queja. Pero se censuró que Vargas, que era el presidente del partido, no llamara al orden, y se complaciera en la algarabía, como si la reunión fuera una competencia de candidatos. Se alegó por lo bajo que debió mantener la compostura ante la ausencia de sus rivales Mejía y Luis Abinader, quienes quisieron que la institucionalidad funcionara sin los ruidos habituales… 

LA CONDICIÓN
Como era previsible, y ahora que la convención corre por el carril de adentro, Luis Abinader cambia su condición de protagonista principal por la de aliado de Mejía. Debió haber esperado hasta febrero, pero los acontecimientos están apresurándose, incluso, con dinámica propia. Ahora, al parecer, Abinader no toma su decisión así por así. Hubo, y sigue habiendo consideraciones diversas. La primera es que una encuesta reveló que el noventa y ocho por ciento de sus seguidores era partidario de apoyar a Hipólito Mejía. La segunda, y como deducción lógica, era que Mejía estaba en mejores condiciones de unificar al partido. La tercera era que de Miguel Vargas y su grupo provinieron todos los agravios de que fueron víctimas Abinader y los suyos. Como los despojos de candidaturas, tanto en el orden interno como en las congresuales y municipales. No era posible pedir a Toni Peña Guaba, o a Deligne Ascensión, o a Domingo Batista, que hicieran causa común con Vargas. De seguro que nadie le pide peras al olmo, pero igual hay cruces que son imposibles… 

LA FÓRMULA
El lunes en la mañana, el mismo día que en la tarde se iba a reunir la Comisión Política del PRD, Luis Abinader realizó un encuentro con la cúpula de su grupo y anunció lo que se estaba cociendo. Informó de la propuesta que le había hecho Vargas, en exceso generosa, y lo que se estaba conversando con Mejía, quien evidentemente tenía menos que dar. Vargas podía garantizar puestos en la dirección del partido, que no podía hacer Mejía, pues no cuenta con la presidencia del PRD. Dicen que Abinader decidió otro nivel de consulta, y que marcharon delegaciones hacia el interior del país para recoger la opinión de un universo más amplio. Ahora, y entretanto, porque la vicepresidencia estuvo en juego con Vargas y ahora lo está con Mejía, se tiene una conclusión que pesa mucho en el ánimo del más joven de los precandidatos: la fórmula Mejía- Abinader tiene más posibilidades que la Vargas-Abinader. 

Por ahí anda las cosas en lo que llega el domingo…

http://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2010/12/7/169421/El-PRD-y-los-rapidos-cambios-que-se-dan-para-su-convencion

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