viernes, 24 de diciembre de 2010

La feliz navidad de descendientes del Homo sapiens


Yasir Mateo Candelieryasirmateo@hotmail.com

Los científicos han encontrado en África restos de simios que se irguieron sobre las dos piernas, aunque esto no les da la calificación de humanos.

El Astrolopithecus afarensis fue encontrado en Etiopía en 1974. Por su pequeño cerebro, se ha determinado que vivía más por su instinto que por su inteligencia. Medía entre un metro veinte y un metro y medio. Sobrevivió 1 millón de años.

En Tanzania, en el año 1984 a orillas del lago Turcana, los científicos desenterraron al Homo erectus, del cual determinaron su aparición en la tierra hace alrededor de 1,4 millones de años. Su cerebro era sólo 2/3 del tamaño del nuestro, pero más del doble del tamaño del cerebro de los afarensis. El “hombre erguido” fabricó herramientas y dominó el fuego. Sobrevivió 2 millones de años antes de extinguirse, 17 veces más de lo que hemos sobrevivido nosotros hasta ahora. Usaba el fuego para cocer la carne y un adulto medía entre un metro sesenta y un metro ochenta de estatura.

De África también salió el primer Homo sapiens, 200 mil años antes de la actual civilización, pero no era igual que nosotros.

Fue hace sólo 60 mil años que el Homo sapiens adquirió la capacidad de hablar, crear y dominar el mundo que le rodeaba. Los científicos han afirmado la posibilidad de que ese cambio se debió a la posibilidad de que haya ocurrido algo catastrófico que le diese a los más capaces de los Homo sapiens la posibilidad de sobrevivir: Una erupción volcánica hace 74 mil años en Indonesia. El clima terrestre cambió y la temperatura cayó drásticamente. La población se redujo a unos pocos miles de personas.

Pruebas científicas de ADN recogidas en todo el mundo nos llevan a la tribu más antigua del planeta: La tribu San del desierto de Kalahari. Los descendientes más directos del Homo sapiens. Entres sus rasgos están trazos de todos los pueblos de la tierra.

Dicen que nosotros, los descendientes directos del Homo sapiens, creativos, capaces de dominar nuestro medio y de comunicarnos unos a otros a través del lenguaje somos más inteligentes que el mono afarensis y el erectus y mucho más que los Homo sapiens arcaicos. De eso no hay duda. Pero eso de que todos somos iguales en cuanto a inteligencia, yo no lo creo. Nosotros, los descendientes de ese grupo de simios que tuvieron la astucia de esconderse y sobrevivir una glaciación tenemos la posibilidad y la potencialidad de actuar de acuerdo a nuestros intereses y de desarrollar un comportamiento aceptable dirigidos a esos fines, pero lamentablemente no es así.

Hoy, veinticuatro de diciembre de 2010, muchos descendientes de Homo sapiens se emborracharán y conducirán un vehículo. Otros sacarán sus armas de fuego y matarán a alguien. Muchos niños morirán porque un grupo de descerebrados disparará al aire y las balas le caerán en la cabeza criaturas inocentes. Otros muchos se matarán entre sí con entusiasmo y otro grupo no menor sufrirá indigestión porque comerá hasta quedar ahítos como animales. ¿Somos los descendientes del Homo sapiens más inteligentes que los de hace mil años, por ejemplo? Yo creo que no. Yo creo que los hombres descendemos del mono, pero que hay muchísima gente que aún no ha descendido.

Trate de pasar una feliz navidad y actúe como si fuese usted un Homo sapiens evolucionado, uno del siglo XXI. No dañe la vida a los demás conduciendo borracho o disparando su arma de fuego.

Finalmente, y gracias a la creatividad que nos caracteriza, desarrollada hace unos sesenta mil años, es que me permito desearles a todos una feliz navidad, con toda la fantasía que ello implica.

Madrid, Espana, viernes, 24 de diciembre de 2010.

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