Eduardo Álvarez
Santo Domingo y Santiago exhiben un enorme crecimiento y nuevas caras, con las complejidades y demandas de servicios, propios de las grandes ciudades.
El congestionamiento en el tránsito de las principales avenidas es, si se quiere, el primer problema a ser enfrentado con seriedad. Llegar con puntualidad, sereno y dispuesto a las obligaciones cotidianas o a una cita de negocios constituyen ya una tarea muy difícil. Conducir en medio de un tránsito sofocante deja extenuado al más sensato y seguro de los mortales.
Estamos ante un proceso, ya estructural, que debe ser afrontado colectivamente, sin esperar una completa intervención del Estado. La actitud de la gente representa el primer paso a la solución del problema. Usar frecuentemente los servicios colectivos y de taxi es una forma inteligente de reducir gastos en combustible y de obviar el estrés perturbador provocado por los “tapones”.
Son contadas las personas que, en grandes ciudades, como New York, Paris, Londres, Berlín, Pekín, Shangai, México, Sao Paulo y Tokio, entre otras, utilizan medios propios en sus obligaciones diarias y reuniones de negocios.
Según las previsiones, en el 2050 la tasa de urbanización en el mundo llegará a 65%. Las ciudades son, potencialmente, territorios con gran riqueza y diversidad económica, ambiental, política y cultural.
Hay, sin embargo, señales auspiciosas que nos permiten vaticinar un mejor ordenamiento en el servicio de transporte urbano. Centenares de taxis amarillos introducidos en los últimos meses son una muy buena noticia en este sentido. El Metro, los elevados y túneles en la 27 de Febrero, las Américas y Kennedy serían obras truncas si no son alimentadas efectivamente con los servicios regulares.
El Estado jugaría un gran papel aportando recursos, así como facilidades impositivas y financieras a sindicatos y cooperativas de transporte a los fines de renovar las flotas vehiculares que operan como taxis y cubren rutas establecidas, en Santo Domingo [incluyendo la provincia], Santiago, La Vega, Puerto Plata, La Romana e Higüey [Punta Cana y Bavaro].
Santo Domingo, R.D., viernes, 21 de enero de 2011.
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