viernes, 21 de enero de 2011

Pepín Corripio y Lula Da Silva, en mi hogar



Venecia Joaquín 
veneciajoaquin2010@hotmail.com 

Formé mis hijos siendo cuidadosa al expresar admiración por alguna persona. Fui extremadamente selectiva con los que visitaban mi hogar, en poner fotos o imágenes en las paredes y al referirme a líderes. Temía que pudieran fallar y le produjeran confusiones. 

Buscaba parámetros ejemplares. De ahí que solo Dios, Jesús y la virgen Maria eran destacados en todos los rincones y sentidos. Sus principios y acciones son para formar hombres de bien. Nunca fallan. 

Desde hace mas de una década mis dos hijos, Pietro y Pierre, residen en Europa. Alemania y España se han convertido en sus segundas patrias y por supuesto en las mía. Deseo para esas naciones lo mismo que para este país, lo mejor. Mis grandes tesoros y razón de vivir están allá. 

Pepin Corripio Estrada. 

Las pasadas navidades nos reunimos aquí. Sobre mi escritorio encontraron una foto que llamo su atención. Eran dos recortes de periódicos en el mismo marco. En uno, con rostro sobrio y mirada inteligente, estaba el empresario Pepín Corripio y en otro, muy sonriente y relajado, el ex Presidente de Brasil, Ignacio Lula da Silva. ¡Vaya madre! ¿Qué significa esto? dijeron extrañados. 

Saqué los periódicos del marco mientras les explicaba que deseaba asegurarme que no se extraviarían. Ahí están sintetizadas dos ideas que comparto plenamente. Pepín dice “las buenas ideas no son las que vuelan muy alto, sino las que aterrizan” y Lula afirma que el éxito de su gobierno se baso en conceder créditos por 720 millones de dólares a un millón de agricultores pobres. Que fue determinante para elevar el nivel de vida de la gente. Me emocionaron estas verdades y las enmarques. 

Les dije a mis hijos que aquí teorizan mucho, hablan bonito. Muchos talleres, seminarios y comisiones pero no aterrizan. Poca ejecución. Rebuscan el lenguaje y lo suben a las nubes para que el pueblo analfabeto no lo entienda y piense que el expositor es un sabio. Abusan de la ignorancia. 

Luiz Inacio Lula Da Silva. 

Por otro lado, continué diciéndole, la clave para desarrollar el país esta en trabajar el sector agropecuario. La tierra es muy fértil. Debemos hacer las más fuertes inversiones en ella, diversificar la producción, exportar. Eso abre fuentes de trabajo, frena la migración del campo a la ciudad, por tanto no será necesario invertir en metro. Si hacemos lo que hizo Lula en Brasil, el éxito será mayor. 

Debemos confiar en nuestros agricultores y darle facilidades. Son responsables y trabajadores. Si los ayudamos harán del país un vergel. 

Saber que hay líderes que confían en el campo y exhortan a que se teorice menos y se trabaje mas, me devuelve la esperanza en un futuro mejor. 

Santo Domingo, R.D., viernes, 21 de enero de 2011.

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