Se trata de una larga historia que inicia con la decisión de los vecinos de la urbanización Nuevo Sol Naciente de enfrentar al poder del dinero y las influencias de una compañía constructora que levanta un edificio en contra de la mayoría de los vecinos.
Ivonne Ferreras
Despojarme de mi rol de periodista, que, a lo largo de mi ejercicio profesional he tenido que presenciar toda suerte de situaciones de maltratos, para padecer en carne propia las calamidades, abusos, indiferencia, manipulación y burla por la que atraviesan los munícipes en el reclamo de sus derechos, ha sido toda una experiencia que raya en lo dramático, en una labor de acompañamiento al lado de los residentes de mi comunidad.
Se trata de una larga historia que inicia con la decisión de los vecinos de la urbanización Nuevo Sol Naciente de enfrentar al poder del dinero y las influencias de una compañía constructora que levanta un edificio en contra de la mayoría de los vecinos.
Amparados en una autorización que no ha conocido la Sala Capitular, Soler Group levanta la construcción de varias plantas en medio del residencial a pesar de los esfuerzos de los moradores, quienes, agrupados en Junta de Vecinos tratan de impedir el levantamiento de la infraestructura, pero sus reclamos han caído en saco roto por el contubernio mostrado por varios funcionarios de la Alcaldía, de los que no escapa la directora de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, Miguelina Santana, quien emitió el permiso.
La comunidad inicia el periplo por las instituciones de lugar y la primera visita, como es de rigor, es a la Dirección General de Planeamiento Urbano del ASDE, que preside la arquitecta Santana, persona que aprobó el plano de la edificación, alegando en la ocasión una razón muy poderosa, a su entender, y fue el ruego de los nuevos dueños del solar, obviando olímpicamente los deberes correspondientes a su cargo, y consciente además, de que el referido solar no cumple con las condiciones para una edificación de esa magnitud.
En medio de la litis generada, los todopoderosos Soler Group y sus influencias en el ASDE, tratan de inhabilitar a la Junta de Vecinos del Nuevo Sol Naciente, fundada en 1998, y con ello, el derecho de la comunidad a organizarse como lo ha hecho desde hace años. En medio de ese proceso, la encargada de Juntas de Vecinos de la Alcaldía, Telma Sánchez, atendiendo a la petición de Soler Group, de inmediato ordena paralizar las acciones de la verdadera Junta de Vecinos, en una acción ilegal a todas luces.
Juan de los Santos (Juancito Sport)
sindico Santo Domingo Este.
Ahí no termina el asunto, no. La comunidad del Nuevo Sol Naciente había solicitado y obtenido por la vía legal y autorización de las autoridades, un permiso para cerrar el acceso a la urbanización en prevención a la ola de delincuencia que afecta al sector y de golpe y porrazo, el ahora todopoderoso Soler Group, junto a los funcionarios del Ayuntamiento, paralizaron la iniciativa, aprobada en fecha 24 de julio de 2010, y hábilmente, con la complicidad de los funcionarios, colocan sobre la mesa de discusión la reactivación de la Junta de Vecinos y su oposición ilegal en el ayuntamiento, y el cierre de la urbanización, menospreciando la decisión del propio síndico Juan de Los Santos, quien calza con su firma la autorización de cierre.
Ante la burla e irresponsabilidad oficial, la comunidad decide hacer pública la denuncia, lo que llama la atención de varios regidores, quienes, sensibilizados por la situación y cumpliendo con su rol, se acercan a la urbanización e inician un proceso en la Sala Capitular, dirigido a paralizar todos los trabajos de una construcción que hasta ahora sigue su curso.
Mientras la iniciativa de los regidores Daneris Santana, Edita Sandoval, Evelyn Fernández entre otros, reposa en la Sala Capitular, los munícipes no cesan en su inútil periplo por el ASDE tratando de buscar una respuesta que hasta el momento nadie le ha dado, a no ser para defender al poderoso Soler Group y a la aún más todopoderosa Miguelina Santana.
Lo cierto es que llegamos al despacho de Juan López, Secretario General del Ayuntamiento, quien se muestra accesible y “dispuesto” a buscar una “solución”.
Se le plantea todo el conflicto, se le muestra el permiso de cierre que ellos emiten y que Soler Group, no se sabe con qué poder revoca, y promete resolver el caso.
En una próxima reunión, llega con la salomónica solución de ratificar que Soler Group debe continuar con los trabajos, a pesar de la oposición de la junta de vecinos y su solicitud de que se investigue la legalidad del permiso de construcción, y una nueva autorización de cierre calzada con la pisoteada firma del síndico Juan de Los Santos.
Resulta que cuando la comunidad colecta los recursos e invierte en el cierre, encuentra de nuevo la oposición de los poderosos Soler Group que de nuevo se colocan por encima de la autorización del síndico, e impiden los trabajos de cierre. La situación obliga a un nuevo contacto con Juan López, ese mismo que también fue profesor y Secretario General de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en el rectorado de Roberto Santana y sancionado por impartir y cobrar cursos extracurriculares sin autorización legal de sus organismos, quien envía dos funcionarios a la comunidad, con el único fin de ratificar el cierre.
Miguelina Santana.
La comunidad toda firma la ratificación de cierre, para luego sorprenderse de que esas firmas fueron mal utilizadas por la Secretaría General para aparentar un acuerdo que nunca se ha materializado, y que plantea el cese de la objeción a la construcción del edificio, lo que provocó gran confusión entre los regidores, quienes, en la sesión del pasado jueves de la Sala Capitular dejaron sobre la mesa la solicitud de paralización de los trabajos de construcción del edificio, hasta nueva jornada.
Esto moviliza la acción de la comunidad para ratificar mediante instancia su posición, lo que obliga a una reunión con el presidente de la Sala Capitular, César Fortuna, quien hizo saborear en su máxima expresión a quien suscribe, la petulancia, arbitrariedad, irrespeto y abuso de poder, nadie sabe por cuáles razones, intentado incluso, sacarme por la fuerza de su oficina, un espacio público y pagado con el dinero de los contribuyentes.
Todo comenzó cuando el señor Fortuna reiteró que la comunidad había llegado a unos acuerdos que solo estuvieron en la cabeza del secretario general del ASDE en cuestión, el mismo que fue sancionado en la UASD, a lo que argumenté que de ser así, se trataba de una irresponsabilidad, ya que esos acuerdos nunca existieron.
El señor entendió que se trataba de una falta de respeto de la comunidad, mas no así de la manipulación que hicieron malutilizando las firmas de toda una comunidad en su afán por defender la construcción de Soler Group. Esto provocó una agria discusión con el petulante regidor que terminó con insultos de su parte y la amenaza de hacerme sacar de lo que el entiende su oficina.
El punto es que, Soler Group sigue levantando su edificación, la comunidad se ha quedado con la inversión del cierre, y la inoperante carta de autorización del síndico Juan de Los Santos ha sido menos que basura para la firma constructora y los funcionarios del ayuntamiento, porque el cierre no se ha logrado materializar.
Se espera entonces que los regidores que de tan buena fe han sometido la instancia para la paralización de los trabajos puedan seguir su curso, y puedan fallar en la próxima sesión, en la que estaremos presentes y haremos oír nuestra voz, la voz de una comunidad que clama por respeto, justicia y equidad de parte de unas autoridades elegidas por ellos para defenderla, no para maltratarla como ha venido sucediendo.
Santo Domingo, R.D., miércoles, 16 de febrero de 2011.
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