Venecia Joaquín
Pocas expresiones tienen una descarga de planteamientos tan profundos como ¡Llego papa! Es un grito jubiloso que indica la solución de necesidades físicas y del alma. Veámoslo en el contexto familiar y luego en el político social.
En una familia, papa junto a mama, es un líder. Es la persona que traza las directrices del hogar. Es decir, los principios y acciones a ejecutar, en el proceso de formación de los hijos. Cuida a todos por igual, proporcionando los medios para desarrollar sus potencialidades y salir adelante. Su meta es que estudien, trabajen, sean independientes, prósperos, felices. Que vivan en paz consigo y con los demás. Les facilita herramientas para tomar las riendas de sus vidas. No quiere parásitos sino personas útiles a la sociedad. Ciudadanos ejemplares, con una vida digna. Lograr esos objetivos, llena de orgullo al papa. Es su gran éxito. Un papa maneja adecuadamente la igualdad, recursos, afectos, disciplina, que asegure un mejor fututo a sus hijos y nietos.
Willie Rodríguez, leyenda de la locución dominicana.
Willie Rodríguez es un productor radial muy creativo. Conoce bien de la cultura, necesidades y sentir del pueblo. Una vez trasmitiendo un carnaval desde La Vega, vio llegar al Ing. Hipólito Mejía, ex Presidente de la Republica y dijo ¡Llego papa!!. Todos comenzaron a repetir ¡Llego papa!, convirtiéndose en el lema de su actual campaña política. De ahí que hoy, en el escenario político, papa es sinónimo de Hipólito.
El término le va perfectamente bien. No solo porque ha sabido ocuparse de su familia donde sus hijos muy trabajadores, son hombres y mujeres de bien, sino por su actitud paternal y afectiva para todos. De sonrisa amplia y espontánea inspira confianza. Además, sabe que la gente debe comer, estudiar, trabajar y que los corruptos y sembradores de antivalores deben ser castigado. Tiene capacidad y coraje para hacerlo.
A mi juicio, una nación debería manejarse con los criterios de un hogar. Oportunidades iguales para todos. Leyes y normas que sean respetadas sin discriminación. La población añora y clama por un papa que se concentre en el pueblo y le de prioridad a resolverles las necesidades básicas de comida, salud, educación, trabajo, seguridad. Nada de gastos superfluo ni lujo. Eso no lo hacen los padres con hijos hambrientos.
Cuando la población llama papa a un líder político, anhela que se ocupe de ella como si fueran sus hijos. En el caso de Hipólito, le ven tantas condiciones que lo quieren comprometer. De entrada es accesible y sincero. Ojala que los candidatos al llegar a la Presidencia, actúen como un buen papa que cuida con esmero y por igual a todos sus hijos y ¡nunca los abandona!..
Santo Domingo, R.D., sábado, 26 de febrero de 2011.
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