LA CONJURA.- No debe extrañar que la conjura morada sea iniciativa de más o menos diez senadores que consideran más importante la lealtad al líder que al partido.
Aunque hay que tener en cuenta que la arrogancia primero y la soberbia después tienen origen en su mandato de seis años. Estos cubren lo que falta del período del presidente Leonel Fernández e igual los cuatro años del futuro gobierno, sea o no del PLD. Entonces se creen con el legado del bien en las manos y por encima del mal.
Tienen su propio poder y eso les da derecho a defraudar su partido. Si hubieran estado sujetos a un escrutinio en el 2014, como era lugar de no producirse la reforma que unificará las elecciones en el 2016, otra fuera su actitud y su decisión. Saben que están actuando mal, pero qué importa: están en condiciones de jugárselas. ¿Cómo se le da una pela a gente grande? Reinaldo Pared aparece de manera súbita en el debate, y aparentemente defiende la posición de los conjurados. Sin embargo, su propósito es apagar ese fuego antes de que haga llamarada…
LAS PIEDRAS.- Reinaldo Pared se inmiscuye en el debate y aparenta dar la razón a la parte rebelde, pero su intención es otra. Primero, se da cuenta de que la discusión se está saliendo de madre, y en el PLD hay que tratar de que nadie pase de las palabras a los hechos. Es más, con las palabras se corre peligro. Los conjurados dijeron que si los siguen presionando, van a radi- calizar su posición y mantener sus brazos cruzados durante toda la campaña electoral. No solo ahora, sino en todo el proceso.
Lo que sería grave, sumamente grave, pero no solo para la suerte electoral, sino para los intereses permanentes del partido. Como el Presidente no puede llamar al orden sin faltar a su condición de árbitro, razona Pared, debe hacerlo él como segunda autoridad de la organización. Espera, y de seguro que habrá hecho por lo bajo esa diligencia, que los seguidores de Danilo Medina no se sientan libres de pecado y sigan lanzando piedras contra el bando de los neutrales. La provocación es mala, pero peor es acogerse a ese ánimo de guerra, pues se pierde el control y se cae en lo impredecible…
DOBLE.- No debe olvidarse que Reinaldo Pared tiene la doble condición de secretario general, segundo hombre en el partido, y presidente del Senado de la República, instancia en que se desempeñan los conjurados. Es decir, que no solo sería una afrenta al partido, o una discordia en la opinión pública, sino que podría afectar la principal rama de uno de los poderes del Estado. Si once senadores andan con la pancarta de la neutralidad, y otros veinte lo denuncian como traidores y les lanzan piedras, el Senado puede convertirse en un caos e irse a pique su gobernabilidad. Pared, por tanto, está cuidando su viña de los trastornos que pueda ocasionar la insurrección de quienes debieran cultivar la tierra y guardar el rebaño. Pared, es lo que se dice, ha sabido manejarse y caminar como la Cruz Roja en un territorio minado recogiendo heridos y evitando muertos, sin que los bandos lo denuncien o acusen. Una hazaña envidiable.
Por ejemplo. No es fácil librarse de sospechas cuando las pasiones se desatan y las definiciones se imponen, pero tampoco no cumplir con la obligación moral de apoyar lo justo...
LA OTAN.- Ese grupo del Comité Político que dio a mitad de semana apoyo a Danilo Medina tiene características muy propias, pero también circunstancias. Comen y beben como si fueran familia, pero son algo más que una logia.
Llamado la OTAN, tal vez no haya sido fundado para defender el Oeste del Este, como en la Guerra Fría, pero sí para contener desbordes. Dentro del PLD hay sectores que no tienen controles propios, y a los cuales se hace necesario llamar al orden con gestos y no con palabras. Muchos de esos altos dirigentes asistieron a El Acto de las Firmas, sin que su respaldo público a Medina pueda ser visto como una incoherencia.
Estuvieron maniobrando para que las cosas sucedieran de la mejor manera. No se sabe, pero ese núcleo tenía candidato propio: Francisco Javier García. Solo que este nunca se perdió, midió la distancia y se dio cuenta de que con el presidente Fernández de por medio su salto no alcanzaría altura suficiente. Sus fuerzas eran las mismas del jefe del Estado.
Ahora, con sus experiencias de campaña, representan más que sus individualidades…
Santo Domingo, R.D., sábado, 14 de mayo de 2011.
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