SUSI POLA
Amnistía Internacional, es una organización que busca el disfrute de los derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, apoyándose en activistas del mundo, y oponiendo resistencia a quienes desde el poder, no cumplen y/o ignoran estos derechos en todos los países del mundo.
Fundada en 1961 por el abogado británico Peter Benenson, motivado a partir del encarcelamiento de seis estudiantes portugueses que habían “brindado por la libertad de su país”, cuando el 28 de mayo de 1961, publicó el artículo "Los presos olvidados" en el The Observer, instando al mundo a manifestarse por la excarcelación de los muchachos que él llamaba "presos de conciencia". Actualmente, A. I. está presente en 150 países y a nadie se le ocurre dudar de la solvencia de sus actuaciones, por las que ganó el Premio Nobel de la Paz en 1977 -cuando aún se otorgaban estos premios con seriedad- y en 1978, con el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
A partir del informe anual de esta organización, en el que la República Dominicana registra un aumento en las violencias contra la mujer, dentro de un contexto amplio de crímenes, al parecer cometidos por la Policía Nacional, las autoridades han reaccionado desmintiendo a A. I. con alegatos que desdicen los de la organización.Estamos investigando los feminicidios desde 1996, participando en dos estudios en 2001 y 2002, con Profamilia y un tercero, en 2007, comparativo con la subregión de Centroamérica, conformada por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Para la última investigación, la tasa de feminicidios en nuestro país, para el año 2,000, era de 2.30 por cien mil; en 2001, de 2.49; en 2002, de 3.20; en 2003, de 3.78; en el 2004, de 4.16; en 2005, cuando ocurrieron 190 feminicidios, una tasa 4.18, la que bajo para el 2006 a 3.91, único año, junto con el 2007, en el que el número de feminicidios fue de 177 y 173, respectivamente. (En 2008, fueron 204 los feminicidios, 199 en 2009 y 210 en 2010). Estos datos son de la Procuraduría e incluyen feminicidios íntimos y no íntimos, que es la sumatoria que debe reportarse siempre.
El estudio de la muerte violenta de mujeres, en escenarios misóginos y en aumento, junto con las cifras de mortalidad materna, además de renovarse y complejizarse en rigor científico, deben considerarse un crimen de Estado. Ya es tiempo.
Santo Domingo, R.D., martes, 17 de mayo de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario