El Bulevar de la vida //
PABLO MCKINNEY
Como a Roma en tiempos del Imperio, en el PLD todos los caminos conducen a Danilo Medina.
Lo que queda por saber es, si a Danilo le permitirán conducir al país a la Roma imperial del progreso más equitativo, digamos a un gobierno más ético o por lo menos más disimulado en sus desabsurdos. Las buenas formas (el disimulo) son parte del fondo. Las plumas de la gallina del amigo de Lilís, ¿recuerdan?
Ahora que andan los poderes fácticos del peledeísmo aglutinándose en torno a Danilo –sólo después de su santificación leonelista mal disimulada- queda por ver si a este le será permitido pasar de las palabras y los discursos preclaros al mar bravío de los hechos y las acciones “y que salga el sol por donde quiera.”
Para cambiar el rumbo del país a favor de los más necesitados, se tendrá que afectar a los que todo lo tienen, y hasta a cierta “sociedad civil” que a veces confunde su derecho de opinión con el derecho a elegir sin haber sido electos nunca; aunque esto de “afectar” es muy relativo, pues la desigualdad social conduce inevitablemente a la igualdad en la muerte y el asalto. Aquí en la Lincoln con 27 F nos juntamos todos.
Por la desigualdad social acumulada, ya los asaltos y los abusos policiales contra los ciudadanos se han igualado socialmente. Y las bandas policiales no sólo acosan a los señores ciudadanos de barrios pobres, sino que han llegado para quedarse al Polígono Central, entre la Gómez y la Núñez; el Malecón y la Kennedy. (El país es ya uno sola selva de cemento, prostitución, droga y colmadón bien celebrados.)
Lo mejor de Danilo es el conocimiento de sus compañeros de partido. Él sabe, -cómo no sabrá nunca un director del Depreco-, cuáles peledeístas se han enriquecido hasta el bochorno desde el Estado. El antes y el después que siempre digo.

Todos los caminos del PLD conducen a Danilo, ¿quién puede negarlo? A ver si al fin, los caminos del PLD conducen a Bosch, o por lo menos a cierta decencia, mínimos modales. Porque aquí, -como ocurría en los doce años-, ya nadie se conforma con robar roba un solar en El Ensanche Quisqueya, hacer una casa de tres habitaciones con recursos del Estado, conseguirle un apartamento de INVIVIENDA a la “querida”, una exoneración, 5 tareas del CEA para la finquita y ¡YA! La magnitud de lo robado ha crecido con el monto del Presupuesto Nacional.
Claro, que en un proceso electora hay que “barrer para dentro”. Pero en un gobierno de Danilo sólo deberían barrer quienes con su comportamiento no ensucien sino que, por el contrario, con la escoba del poder, limpien un país harto de privilegios, impunidad y traiciones.
Danilo quería una candidatura y tuvo el coraje de luchar por ella, de soñar con ella, y por eso la merece, se la ha ganado con creces.
La mezquindad es el puñal de los resentidos, y yo no soy mezquino.
Danilo quería una candidatura y ya la tiene. A ver ahora, qué carajo va a hacer con ella para no partirle el corazón -una vez más- a la patria nacional tan humillada.
Mientras tanto, la patria espera y las golondrinas ríen y cantan complacidas.
Santo Domingo, R.D., lunes, 23 de mayo de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario