miércoles, 27 de julio de 2011

Demagogia “blindada”

LILLIAM OVIEDO

El blindaje de la demagogia está constituido por una dosis de descaro y por la decisión de dar continuidad a la estafa política. Leonel Fernández disfraza de saludable iniciativa el dispendio y presenta como muestra de progreso un crecimiento del Producto Interno Bruto que no ha impedido la muerte de más de 120 personas en lo que va de año a causa de cólera, dengue, tuberculosis, leptospirosis y otros males generados por la insalubridad y la miseria.

Los frecuentes y prolongados viajes al exterior que Leonel Fernández realiza en compañía de su esposa y de una comitiva integrada por asistentes y allegados, son de alto costo y, más que beneficio, dejan pérdida a un pueblo al que le ha sido negado el acceso a una educación de calidad y a un servicio de salud que alcance siquiera la categoría de aceptable. 

Leonel Fernandez. 

Leonel Fernández pretende justificar esos viajes y la construcción de obras con presupuesto que incluye una parte del financiamiento al clientelismo, cuando niega el despilfarro: “Este es el gobierno que ha asumido con mayor responsabilidad el manejo del gasto público en un contexto de crisis mundial”. 

El discurso está cargado de referencias directas a la gestión del Partido Revolucionario Dominicano encabezada por Hipólito Mejía.

Leonel Fernández, sin embargo, no revela en cuáles términos pactó la impunidad que todavía protege al ex presidente que, ante la quiebra fraudulenta del Banco Intercontinental, dispuso la devolución de una suma millonaria a Manuel Guaroa Liranzo, viejo balaguerista que ha sido padrino de figuras y ha financiado campañas.

Para elaborar un discurso de campaña en la situación actual y tras siete años de gestión gubernamental marcada por la corrupción, el chantaje  y el uso de la fuerza contra los sectores más pobres, hay que buscar recursos en la simulación y la mentira.

Los bien pagados asesores de Leonel Fernández acuden sin pudor a esas fuentes, y planifican las poses que debe asumir la figura presidencial. La teatralidad complementa el efecto de cada palabra.

Danilo Medina. 

Al salón de hotel que sirvió de escenario, acudió el candidato Danilo Medina, haciendo un saludo que, de seguro, lució más auténtico en alguno de los ensayos.

Sonrisas ensayadas, caras pintadas y aplausos obligados, llenaron  los principales espacios. Nada más podían cargar los millonarios  que asistieron. Y nada nuevo podía decir un presidente que, ante la certeza de que es innegable el descontento popular, pretende presentarlo como injustificado.

Leonel Fernández habló para afianzar su condición de jefe del sistema político y  poner en evidencia que son subalternos suyos los millonarios que tuvieron que aplaudir y los que tuvieron que limitarse a responderle  con verdades a medias. Demagogia blindada por la podredumbre... Balaguerismo asqueroso...

Santo Domingo, R.D., miércoles, 27 de julio de 2011.

No hay comentarios:

Translate