sábado, 30 de julio de 2011

Más democracia

ORLANDO JORGE MERA

Ante las muertes ocurridas recientemente en Oslo, el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, ha dado una brillante respuesta: “La respuesta a los ataques que han impactado a nuestro país será con más democracia” (Daily Mail, 28 de julio de 2011). La afirmación de Stoltenberg es oportuna y amerita una reflexión.

Si se analiza el eje de la revolución árabe en Túnez, Egipto, Siria y Libia, se comprenderá que radica en la exigencia de más democracia, ante regímenes dictatoriales que provocaron opresión, opulencia y corrupción.  Estas revoluciones, fundamentalmente las de Túnez y Egipto,  fueron pacíficas, puesto que los disparos solo provenían de la autoridad en decadencia.  El motor  fue y es las ansias democráticas de sus ciudadanos.

Es lo que ocurre también con los “indignados” en España, muchos de ellos cansados de la crisis económica y de un modelo de bienestar social que no ha logrado la igualdad ciudadana, situación que se agrava con la crisis financiera que viven algunos países europeos.   La respuesta de la clase política europea no ha estado a la altura de las exigencias sociales.  ¿Se ha agotado el estado de bienestar? ¿Dónde quedó la Tercera Vía?

El primer mundo está viviendo protestas que fueron propias del tercer mundo hace 40 años. Esto no significa que América Latina no esté viviendo su propia crisis.  Definitivamente, la democracia latinoamericana está consolidada en cuanto al ejercicio electoral, exceptuando la experiencia hondureña de hace unos años.  Pero falta más democracia.

El reto, incluso en nuestro país, es darle contenido social a un modelo que todavía no reduce la brecha que separa a los ricos de los pobres, agravado por la corrupción y la impunidad que genera el narcotráfico.  Cada día las insatisfacciones son mayores. La respuesta tiene que ser más democracia, más transparencia, más rendición de cuentas.

Santo Domingo, R.D., sábado, 30 de julio de 2011.

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