domingo, 31 de julio de 2011

WikiLeaks y el Estado


NARCISO ISA CONDE

Estados Unidos ha contaminado su diplomacia con el espionaje y dondequiera que se lo concedan sus embajadas son usadas para espiar, intervenir, presionar e imponer decisiones a los gobiernos locales; lo que se plasma en sus informes secretos.

El Grupo SIN ha iniciado la publicación de los cables filtrados a Wikileaks y su primera partida permite apreciar la siguiente:

1-La sede de gobierno, más que en el Palacio Nacional, reside en la Embajada USA. Desde allí se monitorean, intervienen, presionan y condicionan los poderes ejecutivo, legislativo, electoral y militar-policial del país.

2- El presidente y los altos funcionarios de la nación que entran en contacto con la embajada estadounidense, actúan generalmente como confidentes y delatores de su entorno; como receptores sumisos de presiones e imposiciones, o solicitantes de “consejos” e instrucciones; es decir, proceden como “gobernadores y funcionarios de colonia”, carentes de dignidad y valor.

3-El Estado “dominicano”, en sus áreas más sensibles (incluido el poder militar- policial), está corrompido y asociado a múltiples formas delictivas. Algo reforzado por esas confesiones secretas de gestores del sistema, recientemente develadas.

En especial se confirman tres casos de de narcos-generales muy sonados, en los que ese medio se quedó corto. En contraste positivo Tiro al  Blanco (No.3- mayo) menciona otros diez, entre los que se destacan otros involucrados en casos como el de Quirino, Paya, Arturo del Tiempo y Figueroa Agosto.

4-La ilegalidad, la corrupción (incluida la narco-corrupción), y la subordinación al FMI, a los TLC y a los requerimientos guerreristas de Estados Unidos, es común a los gobiernos de del PLD y el PRD y a los presidentes Fernández y Mejía y sus militares.
  
5-La “confesión” de Fernández sobre el “miedo” a los militares, además de presentarlo como textualmente pusilánime, es un recurso mañoso para presentarse como atrapado por ellos, cuando más bien él lidera el clan que controla los cuerpos castrenses, como ayer Hipólito lo hacía. Así evade referirse a las complicidades compartidas.

Ese riesgo no existe: él puede quitarlos como los puso. Esos generales solo tienen vocación para enriquecerse por la vía fácil, no para gobernar. No equivalen a los golpistas fascistoides de ayer, ni existan aquellas circunstancias.

La publicación por Wikileads-SIN de los cables de “la embajada”, por tanto, ha proyectado en gran escala una realidad limitadamente conocida. Ahora habrán de crecer las indignaciones.

Santo Domingo, R.D., domingo, 31 de julio de 2011.

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