veneciajoaquin2010@hotmail.com
La espontaneidad en palabras y acciones es unas de las cualidades más hermosa y valiosa de que dispone un ser humano. Se necesita estar limpios de alma para dejar que las ideas fluyan al natural, sin disfrazarlas ni maquillarlas. Ayudan a la rápida comunicación. Hipólito Mejía es espontáneo. Con esa arma penetra en el corazón del pueblo y conoce de inmediato sus necesidades y sentir.
Hay líderes que prefieren otro estilo. Envuelven sus planteamientos en teorías bonitas, bien estructuradas, ¡Conceptualizan!. Se oyen a si mismo y luego se ven precisados a planificar diálogos para escuchar los demás. Temen a brutales contradicciones entre teorías y practicas.
Los que nos formamos en el campo, acostumbramos a hablar y actuar sin tapujos, sin rodeos, sin ocultar o disimular nuestro sentir. Del vivir entre plantas y animales, aprendemos a llamar las cosas asociándolas con la naturaleza: “Caí como una guanábana”, “parece un pollo con moquillo”.. Estas expresiones surgen, no importa el escenario, aunque se haya ampliado el marco cultural con estudios universitarios y viajes. Hipólito, a pesar de sus estudios de maestría en EU y el dominio de otros idiomas, usa frases populares, pintorescas, que permiten que se capten sus ideas de inmediato. “Esta cogido por el pichirri”.
Cuando a un pueblo analfabeto, “con poco pupitre y petete”, como diría mi tía Mercedes, se le quiere deslumbrar, procede un lenguaje rebuscado, “moderno, tecnológico, globalizado, científico” como si se estuviera dando una cátedra en la universidad. Es cuestión de impresionarlo, no ayudarlo. Hay implícita una bofetada a la ignorancia. Ese no es el estilo de Hipólito. Detrás de su vocabulario espontáneo, sincero, simple, hay tremenda sabiduría y respeto a la mayoría. Nada de poses, demagogia ni prepotencia con la población. Puede equivocarse pero no mentir.
Hay líderes que se empeñan en mantener distancias físicas y teóricas. Yo aquí y tú allá. ¿Vacíos en la formación? ¿Inseguridad?. Es posible. Se manejan desde sobrios despachos a los que solo tienen acceso escogidas personalidades. Hipólito no es así. De fuerte personalidad, mantiene conexión informal con todos los sectores. Utiliza el mismo método, principios y valores, tanto para tener una familia sólida, negocios exitosos, como para ocuparse del bienestar de la sociedad.
Sus informalidades rompen esquemas. Combaten la falsa creencia de que teorías encantadoras y posiciones distantes son sinónimos de sabiduría. Reconozco que esa técnica ha ayudado presidentes a conservar el poder. El precio de lograrlo ha sido bastante alto para la población. Deben mantener la mayoría sumergida en la ignorancia. Que aplaudan maravillados, sin cuestionar. Para poder manipularlos, no elevan su nivel educativo, ni combaten el hambre. !Que crueldad!. Ojala llegue el día en que los pueblos despierten, amplíen su cultura y se le faciliten conocer los que realmente piensan en su bienestar.
Santo Domingo, R.D., sábado, 13 de agosto de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario