jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Campaña sucia?



DANILO CRUZ PICHARDO

Sucio y limpio son expresiones subjetivas, que descansan en el parecer individual. Sin embargo, una campaña podría apreciarse sucia en la medida en que la diatriba y el insulto prevalezcan sobre los aspectos programáticos o propuestas de solución a los problemas del país.

Pero todavía no se conoce la primera campaña electoral dominicana eminentemente propositiva. Siempre hay y habrá acusaciones y contraacusaciones. Lo aconsejable es que toda imputación sobre hecho delictuoso sea demostrable con pruebas, para no dañar reputaciones de forma alegre. Si carece de pruebas, estaría cayendo en difamación, la cual se penaliza conforme a las leyes dominicanas.

Parqueo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), cuyo costo por estacionamiento superaría los 700 mil pesos. 

¡Ahora bien! Denunciar actos dolosos en la administración pública es un rol que le atañe a la oposición, sobre todo en un país en el que el ejecutivo tiene control absoluto de los demás poderes del Estado. ¿Si la oposición no denuncia la corrupción de este gobierno, quién lo haría?

¡Ah no! De que se habla o escribe de la SunLand o del costo del Parqueo de la UASD inmediatamente tildan a uno de sucio. Sucios y ladrones son los que se roban los recursos del erario, pongamos cada cosa en su lugar, ¡carajo! 

Y cuando digo que de dónde sacaron esas fortunas, lo hago basado en un derecho que me otorga la Constitución (ver artículo 49). A muchos de ellos (funcionarios públicos) los conocí en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, en situación económica inferior a la del suscrito. Yo tenía un cepillo, durante los años 1985-1991, algunos de ellos estaban a pie.

Hoy posiblemente sean  los dominicanos más poderosos, en términos económicos, pero no pueden hacer el papel de víctimas y exhibir “ñoñería” por una realidad que está a la vista. ¿De qué campaña sucia están hablando?

Santo Domingo, R.D., jueves, 01 de septiembre de 2011.

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