SANTO DOMINGO, R.D._ El ex presidente Hipólito Mejía dio seguridad este viernes al país de que en el gobierno que se propone encabezar a partir de agosto de 2012, no va a permitir que la delincuencia, el narcotráfico y el crimen ganen la batalla a la sociedad dominicana.
De manera enfática, y hablando antes miles de dirigentes juramentados como miembros de su comando nacional de campana, Mejía, dijo que “las Calles para el pueblo, las cárceles para los delincuentes”.
A continuación el discurso pronunciado por Hipólito Mejía, candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, en acto celebrado durante la tarde en los salones del hotel Dominican Fiesta, de esta capital.
Señor Andrés Bautista, Presidente en funciones del PRD
Señor Orlando Jorge Mera, Secretario General del PRD
Compañeras y compañeros,
Invitados,
Miembros de la Prensa,
Pueblo dominicano,
Señoras y señores:
Desde el pasado 8 de mayo, momento de nuestra juramentación como Candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Dominicano, nos hemos dedicado a visitar las comunidades donde vive nuestra gente, tanto dentro como fuera del país.
En esos encuentros, con el PRD, con la sociedad y con representantes de los más diversos sectores de la vida económica y social, hemos sentido la voluntad y el deseo del pueblo de luchar por su bienestar y vivir en un país mejor.
De la misma manera, debemos confesar que hemos palpado un país lleno de temores y preocupaciones por el derrotero que el gobierno de Leonel, Danilo y el PLD, ha llevado a la nación.
Estamos conscientes de que el pueblo quiere un cambio, pero óiganlo bien, un cambio de verdad, porque cuatro años con más de lo mismo no los aguanta nadie.
Nuestra candidatura es una respuesta al desaliento y la frustración que vive la sociedad.
Somos la esperanza para salir de la oscuridad a la luz.
Desde el momento de nuestra proclamación hace 4 meses, nuestra candidatura se ha ido fortaleciendo y ganando el apoyo de amplios sectores de la población.
Estamos seguros de que contamos con el apoyo de la mayoría que aspira a tener un mejor país, pero para todos.
Ahora, nos toca corresponder a esa preferencia para alcanzar la victoria por medio del trabajo, la organización y, particularmente, con propuestas realistas sobre nuestro compromiso de hacer el gobierno que necesitamos.
Queremos decir con claridad que la misión de nuestra candidatura va más allá de ganar las elecciones, de eso pueden estar seguros nuestros invitados, las compañeras y compañeros aquí presentes y los miles de dominicanas y dominicanos que nos acompañan desde sus hogares aquí y fuera del país.
Tenemos la misión de encabezar un gobierno que tenga el sentimiento, la voluntad y la capacidad de unirnos como un país de gente buena. Sabemos que juntos, seremos más fuertes para afrontar el futuro.
Sabemos que nuestro país demanda y merece un gobierno responsable, honesto y solidario.
El compromiso que tenemos es llevar el país hacia metas de superación y trascendencia.
De eso se trata este encuentro.
Las compañeras y los compañeros aquí presentes, así como los que hemos juramentado en todo el territorio nacional y las seccionales, representan la esencia y la lealtad a los principios y deseo de triunfo del Partido Revolucionario Dominicano.
Oportuna es la ocasión para compartir nuestras propuestas sobre cómo enfrentar las dificultades y los desafíos, y el modo de aprovechar las oportunidades que tiene nuestra Nación.
Queremos ser realistas. Sabemos que nuestro país va por mal camino. Nos preocupa de manera especial el deterioro de los valores morales, que a lo largo de la historia han dado sustento a nuestra identidad como pueblo.
Ese deterioro moral lleva a la ciudadanía la sensación de que a nuestro país le han matado la esperanza.
Pero nosotros, al igual que las grandes mayorías, estamos convencidos de que nuestro país tiene futuro. Nuestra patria siempre ha sido capaz de hacer hasta lo imposible para superar las dificultades. Y lo vamos a lograr.
Este gobierno fallido mantiene al país en una situación desesperada y sus acciones corruptas y la indolencia nos han puesto al borde del abismo, empujados por el alto costo de la vida, el desempleo, la inseguridad ciudadana, la delincuencia, el desorden institucional, la pobreza y la desigualdad social.
Ese abismo social es creado también por la poca inversión en educación y salud, el abandono de los sectores productivos, el endeudamiento desenfrenado, la corrupción, el alto costo de la energía eléctrica y los constantes apagones.
Este gobierno de Leonel y Danilo que llega a su final y que pretende continuar 4 años más, es responsable de habernos llevado por este camino de sombras. Ahora su candidato, quien ha sido cómplice de esta situación desastrosa, pretende convertirse en abanderado del cambio.
Cuando el hoy candidato oficialista aspiró a la candidatura presidencial de su partido, acusó a su propio gobierno de usar y abusar de los recursos del Estado para derrotarlo.
Ese candidato oficialista es la misma persona que ahora, por su conveniencia, cambia de opinión y pretende engañar al pueblo haciéndole creer que su gobierno no tiene responsabilidad en las penurias que estamos padeciendo.
Nuestra candidatura va más allá de diagnosticar los males que padece el país. Nosotros tenemos propuestas factibles, la capacidad y la voluntad política para ejecutarlas.
En nuestro discurso del pasado 8 de mayo tratamos un conjunto de temas de alta prioridad para el bienestar de las familias dominicanas.
Permítanme describirles algunas de ellas. Algunos de los ámbitos, cuatro en concretos, en los que actuaremos de frente, dando la cara, con claridad y firmeza.
Hablemos de la educación.
Justamente el pasado miércoles firmé un Compromiso Político y Social por la Educación, con un conjunto de organizaciones de la Sociedad Civil.
Me complace que un elemento fundamental de ese compromiso sea nuestra decisión de asignar al sector educativo el 4% del PIB.
Queremos dejar claramente establecido que nuestra propuesta para elevar la calidad de la educación dominicana no se limita a la asignación del 4%. Este aumento de la inversión pública será usado para ampliar la cobertura de la educación inicial que hoy día alcanza a menos del 50% de los niños de 3 a 5 años.
Con esa política reconocemos el derecho de los niños y niñas a recibir una educación inicial de calidad.
En nuestro gobierno el maestro será el principal funcionario público y recibirá todo el apoyo a través de capacitación permanente y una remuneración digna.
Nos hemos comprometido a trabajar junto a la Sociedad Civil, para elevar la calidad y eficiencia de la enseñanza, de manera que se elimine la sobre-edad, la repetición y el abandono de las aulas.
Estamos convencidos de que tanto la educación superior como la técnico-vocacional, deben estar articuladas al sistema productivo y evolucionar acorde con las tendencias de nuestro desarrollo económico, social y cultural.
La competitividad del país ha descendido del lugar 62 que tenía en el 2004, al lugar 110 según el informe del Foro Económico Mundial publicado en esta semana.
Tenemos el compromiso de llenar el país de politécnicos y centros tecnológicos, donde nuestra juventud adquiera destrezas que les aseguren acceso a empleos de calidad y al mismo tiempo contribuyan a elevar la competitividad de los sectores productivos.
Resulta inaceptable que todavía hoy, en la llamada era del conocimiento y la tecnología, existan dominicanas y dominicanos que no sepan leer ni escribir y estén condenados a vivir en la ignorancia.
Por eso me comprometo a terminar con el analfabetismo.
El estudiante dominicano debe ser un líder del futuro, educado para la innovación y el dominio de las nuevas tecnologías.
Nos comprometemos a construir más aulas para disminuir el déficit y crearemos las condiciones que nos permitan establecer la tanda única en instalaciones seguras y bien equipadas.
En nuestra visión, la escuela debe ser el centro de la comunidad.
Queremos dejar claro que este compromiso es más que una simple promesa de campaña y expresa nuestra convicción de que el futuro del país descansa en la educación.
Ahora quiero referirme al desempleo.
De todos los problemas del país, el desempleo es el más doloroso y dramático. El desempleo es la cara más visible y triste de la pobreza.
El país tiene un alto nivel de desempleo, siendo las mujeres y los jóvenes los sectores más afectados.
El hecho de que más de la mitad del empleo del país sea en el sector informal, deja sin protección social a mas de 2 millones 200 mil personas.
La primera acción de nuestro gobierno, será restablecer los incentivos a los sectores productivos que generan empleos, tales como las zonas francas, el turismo, la agropecuaria y la industria.
Impulsaremos un programa masivo de construcción de viviendas populares con la participación del sector privado en todo el territorio nacional.
Se eliminarán las trabas burocráticas que limitan la creación de empleos por parte del sector privado y se establecerá la ventanilla única, lo cual permitirá hacer más ágil la aprobación de los proyectos de inversión.
Se promulgará una Ley de Respuesta Administrativa Oportuna para proyectos de inversión extranjera y doméstica, que reduzca el tiempo efectivo de aprobación de los mismos.
Se adoptarán medidas para que las empresas puedan obtener préstamos, con la misma facilidad que se obtienen préstamos hipotecarios o de consumo.
Se ofrecerán incentivos fiscales a las empresas que contraten a jóvenes en su primer empleo.
Se apoyará el desarrollo y consolidación de la micro, pequeña y mediana empresa con recursos, entrenamiento y acceso a los mercados.
Se creará un fondo económico para apoyar a mujeres y jóvenes emprendedores que deseen iniciar empresas.
Nuestra meta es crear 500 mil empleos en el sector formal, que aseguren oportunidades de ingresos y protección social a nuestra creciente población.
Otro de los grandes retos que tenemos que enfrentar es el alto costo de la vida.
Este y la mala calidad de los bienes y servicios básicos, han deteriorado seriamente las condiciones de vida de la población dominicana.
Los principales componentes del costo de la vida son los precios de los alimentos, las medicinas, la electricidad y el transporte, entre otros.
Para enfrentar el alto costo de la vida pondremos en práctica una política agrícola dirigida al aumento de la producción de alimentos.
En consecuencia, apoyaremos a los productores con semillas mejoradas, asistencia técnica, preparación de tierra, facilidades de crédito, y el mejoramiento y ampliación de la infraestructura de riego.
Sabemos muy bien, que este gobierno ha hecho de las importaciones innecesarias una forma de corrupción que perjudica al productor nacional y encarece el precio de los alimentos. En nuestro gobierno vamos a erradicar esa práctica abusiva.
INESPRE volverá a ser una institución al servicio del pequeño productor y del consumidor de bajos ingresos, para eso, instalaremos miles de mercados populares en barrios y comunidades pobres.
Hemos dicho que un componente fundamental del costo de la vida es el precio de los servicios médicos y las medicinas.
Por esa razón tenemos el compromiso de instalar las unidades de atención primaria que se requieran en barrios y comunidades rurales para garantizar el acceso a la salud a toda la población.
Ampliaremos el programa de farmacias del pueblo para todos los centros y hospitales de la red pública de salud del país.
Haremos acuerdos con la industria nacional de medicamentos a fin de ofrecer a la población medicinas de calidad a precios razonables.
Otro de los factores que contribuye al alto costo de la vida, es la violación por parte del gobierno de la Ley de Hidrocarburos.
Por consiguiente, aplicaremos con transparencia la Ley de Hidrocarburos con la seguridad de que los precios de los combustibles experimentarán significativas reducciones.
Vamos a enfrentar el costo de la energía eléctrica aplicando un amplio programa de inversión en nueva generación eficiente y económica, que incluya el otorgamiento de facilidades al sector privado.
Vamos a invertir en las redes de transmisión eléctrica para reducir las pérdidas.
Vamos a invertir para elevar la eficiencia de las distribuidoras en lo que respecta a la facturación, cobro de la energía, aumento de la cobertura y suministro del servicio, hasta eliminar los apagones y bajar el precio de la electricidad.
Ahora queremos referirnos al grave problema de la Inseguridad Ciudadana.
Nos conmueve ver como la familia dominicana está angustiada, impotente e indefensa ante la creciente ola de crímenes, robos y asaltos que impunemente ocurren a todas horas y en todas partes del país.
Por eso, damos garantías a la sociedad de que actuaremos aplicando la ley y con responsabilidad, sin que nos tiemble el pulso ni nos suden las manos para defender el derecho de cada ciudadano a vivir seguro y en paz.
Pueblo dominicano, en nuestro gobierno no vamos a permitir que la delincuencia, el narcotráfico y el crimen ganen la batalla.
Hemos dicho antes y ahora lo repetimos: las calles para el pueblo, las cárceles para los delincuentes.
Dominicanos, los temas a que nos hemos referido forman parte de las propuestas contenidas en el programa de gobierno que presentaremos para su consulta y sugerencias a los partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones comunitarias y ciudadanos independientes.
Estamos convencidos de que la solución a los problemas del país no puede ser sólo la obra del gobierno, ni la de un partido.
Tiene que ser la obra de todos.
Nos complace anunciar al país que ya tenemos elaborado un programa de encuentros para hacer alianzas y llegar a compromisos concretos con los sectores dispuestos a involucrarse en la solución de los problemas que acabamos de mencionar.
Esa iniciativa nuestra, la cual empezaremos a ejecutar de inmediato, la hemos denominado Alianza para el Compromiso.
A esos encuentros llevaremos nuestras propuestas programáticas, para escuchar las sugerencias de la ciudadanía en cuanto a su contenido y la forma de realizarlas. Nuestro programa de gobierno será el resultado de los compromisos a que se arribe en esos encuentros.
Ahora me quiero referir a las elecciones a celebrarse el 20 de mayo del próximo año en que deberá ser escogido democráticamente un nuevo presidente para conducir los destinos de la nación.
El presidente de la JCE dijo esta semana que esa institución en coordinación con la OEA elabora, en cumplimiento de la nueva Constitución, la modificación a la ley electoral y que la nueva ley será depositada en el congreso nacional a finales de este mes.
El presidente de la Cámara de Diputados ha declarado que la ley de partidos políticos que cursa en esa Cámara será aprobada pronto.
El presidente de la Junta Central Electoral dijo también que estas leyes deben ser aprobadas antes de diciembre para que entren en vigencia en las próximas elecciones, de lo contrario no tendremos regulaciones o normativas que regulen la campaña electoral.
Por esas razones y en interés de garantizar las normativas legales que deben regular la próxima campaña electoral y consciente del apoyo de las organizaciones políticas y de la sociedad civil a la existencia de leyes que regulen la campana electoral y con ello, el fortalecimiento de los partidos, la actividad política y la democracia dominicana.
Proponemos a los demás candidatos y partidos, en especial al candidato del partido de gobierno, el PLD, aprobar a la mayor brevedad posible la ley de partidos que cursa en el Congreso Nacional y la ley electoral que someterá la JCE.
Dominicanos, fruto del trabajo que hemos realizado hasta hoy y el apoyo que brinda el electorado a nuestra candidatura, podemos decir que estamos en capacidad de ganar en primera vuelta.
Hoy iniciamos una nueva etapa para asegurar el triunfo del 20 de mayo del año próximo y llevar nuestras propuestas a la base de la sociedad, con el compromiso de trabajar juntos para derrotar la prepotencia de quienes se burlan del país y, desde el gobierno trabajar sin descanso en beneficio de la Nación.
Quiero que me escuchen todos. Lo digo alto y claro, desde este lugar invito a todos, perredeistas, dominicanas y dominicanos, a todos, a ser parte de este sentimiento de cambio y esperanza que vive la República Dominicana.
Para mí, desde hoy ya no ha
y grupos, ni sectores, ni divisiones. Desde este momento, para mí solo existe una familia: la gran familia dominicana unida en la esperanza de traer la justicia, la seguridad y la responsabilidad a nuestra patria.
El PRD sale a las calles para consolidar y convertir la simpatía en votos efectivos y defender con firmeza el resultado electoral.
Levantemos con entusiasmo las contribuciones que nuestro partido ha hecho al país: La seguridad social, la democracia política y su profunda vocación de lucha a favor del desarrollo humano del pueblo dominicano.
Honremos con nuestro trabajo incansable el aporte que nuestro glorioso partido comenzó a dar hace 50 años a favor de la libertad, la democracia y la justicia social.
Salgamos a las calles orgullosos del legado histórico de nuestros líderes, quienes con su amor a la Patria siempre transitaron con humidad el camino de la unidad y el entendimiento.
Trabajemos por y para la Patria que es trabajar para nosotros mismos como nos enseñara el padre fundador de la nación dominicana, Juan Pablo Duarte.
Tengamos fe en Dios, confiemos en el pueblo dominicano.
Trabajemos para hacer realidad el deseo de cambio y la esperanza de la gente.
Compañeras y compañeros, inspirados por nuestro líder de siempre el doctor José Francisco Peña Gómez, caminemos junto y digamos con orgullo “El PRD unido jamás será vencido”
Muchas gracias
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