viernes, 9 de septiembre de 2011

Hipólito rumbo al poder

JUAN TAVERAS HERNÁNDEZ 

La juramentación del Comando Nacional de Campaña, integrado por los más experimentados y capaces dirigentes de todo el país del Partido Revolucionario Dominicano, representa un paso de avance en la ruta que conduce al triunfo en mayo del año entrante. 

El discurso de Hipólito, cargado de fe y esperanza, de unidad y lucha, no pudo ser más oportuno. Con sus palabras el candidato presidencial del PRD deja abiertas las puertas y las ventanas para que todos los dominicanos y dominicanas de buena voluntad entren y sean parte de la historia que comenzará a escribirse después de las elecciones. 

¡Se soltaron otra vez los caballos y las yeguas del PRD! Como diría Peña Gómez. 

La poderosa maquinaria electoral del PRD, convertida ya en la fuerza política más grande del país, según lo establecen las últimas encuestas, superando por más de diez puntos al partido oficialista, está preparada para enfrentar cualquier obstáculo en su carrera por la reconquista del poder, con un candidato experimentado y capaz como Hipólito Mejía, que supera por más de 20 puntos al candidato del gobierno, Danilo Medina. 

El panorama político-electoral está claramente definido: Dos partidos, PRD, PLD. Dos candidatos: Hipólito y Danilo. Dos opciones: Más de lo mismo con Danilo. Y el cambio, con Hipólito y el PRD. No hay complejidad alguna. 

El marco político-electoral se simplifica aun más cuando observamos las encuestas: El PRD, como partido, le lleva más de diez punto al PLD. Pero el candidato del PRD, le lleva más de 20 puntos al candidato del PLD y del gobierno. Las cartas están sobre la mesa. Y están marcadas. No es cuestión de suerte. El azar no tendrá cabida en las elecciones. 

Entre los dos candidatos hay grandes diferencias personales. Los perfiles (atención doctor César Mella) son distintos: Hipólito es un líder natural. Carismático, de trato afable y cariñoso con la gente, de fácil acceso, espontáneo y coloquial, con mucho sabor a tierra y campo, con raíces en el pueblo. Ha probado capacidad gerencial, determinación, coraje, don de mando, valores éticos y apego familiar. 

Danilo, en cambio, es lento, (como de gasoil), sin carisma, ni liderazgo. En momentos difíciles ha “espantado la mula”, aislándose de los grandes problemas nacionales. Es un hombre capaz y bien formado. Posiblemente bien intencionado. Pero atrapado en sí mismo y en los vicios anidados en su partido y en el gobierno que ahora defiende. También es un hombre de valores familiares. 

El PRD tiene un candidato muy bueno, mientras que el PLD tiene un candidato muy malo. (No en lo personal, valga la aclaración). Y como si fuera poco, no es lo mismo ser candidato opositor, que serlo del gobierno peor calificado en toda la historia a pesar de haber sido, paradójicamente, el gobierno que más recursos ha manejado en toda la historia. 

Ser candidato de un gobierno como el de Leonel, es “tremenda vaina”. Es un suicidio político. 

El PRD, con Hipólito como candidato, ganará las elecciones del 20 de mayo. Y Leonel, Danilo y Francisco Javier García, lo saben. Y lo sabe todo el país. Hipólito ganará las elecciones. No hay marcha atrás. Y lo hará en primera vuelta, a menos que se produzca un fraude colosal, explote una bomba nuclear, tiemble la tierra por cinco minutos, venga un maremoto, un ciclón o un diluvio desde enero hasta agosto. Si nada de eso ocurre, Hipólito se juramentará como nuevo Presidente de la República el 16 de agosto próximo. 

Santo Domingo, R.D., viernes, 09 de septiembre de 2011. 

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