jueves, 8 de septiembre de 2011

Hipólito, Miguel y el PRD

EDUARDO ÁLVAREZ

Distanciarse o entorpecer la candidatura de Hipólito Mejía siempre va a ser dañino para la imagen y el proyecto presidencial de Miguel Vargas. Ya, de hecho, es un grave error político.

Vargas, como presidente del PRD, se encuentra  ante la presente disyuntiva: si gana Hipólito Mejía –como todo parece indicar que va ocurrir-, se expone a que las favorables evaluaciones del desempeño de su partido, en el actual proceso, lo sitúen al margen, dando lugar a todo tipo de conjeturas sobre su efectividad como dirigente político.

No faltarían, por supuesto,  los chuscos resaltando la victoria por su ausencia. De no ser así, cargara con este fardo, liquidando así sus posibilidades futuras. Seria como quemar la nave.

De verse entorpecidas la campaña por la falta de unidad, se le atribuirán a las actitudes de Vargas unos resultados indeseados en todo el PRD. Una militancia fuera del poder durante ocho largos años, nunca le perdonaría a su presidente que haya sido el responsable de mantenerlo sacrificado en la oposición por cuatro más y, sabe Dios, si por décadas.

Nada más tonto que apostar al resarcimiento o desquite de Miguel Vargas con la victoria el PLD. Los partidos vuelcan sus recursos y esfuerzos para perpetuarse en el poder. Todos los coqueteos para sonsacar dirigentes o promover divisiones no son más que manidas tretas para debilitar a los adversarios.

El 99% de los colaboradores de Vargas se han integrado a trabajar a favor del candidato presidencial de su partido, como debe ser. Apenas un par de figuras, amantes de la discordia, encerrados en posiciones inútiles,  se resisten a entender que este es un enfrentamiento entre perredeístas y perredeístas. Es decir, entre el pueblo dominicano y un PLD aferrado al poder.

En resumida cuenta, es así de sencillo: si gana Hipólito sin Miguel –como va a ocurrir-, se dirá y se verá que este último no era necesario para ganar.  Si pierde, nadie en el PRD se lo va a perdonar. Ni aún sus más cercanos colaboradores. Todos los militantes de un partido deben procurar que su partido este en el poder. Si no es su candidato el que compite, se trata su parcela política, y ella tiene amigos, colaboradores y compañeros. Esta es una verdad irrefutable.

Santo Domingo, R.D., jueves, 08 de septiembre de 2011.

No hay comentarios:

Translate