CRÓNICA DEL PRESENTE//
EUCLIDES GUTIÉRREZ FÉLIX
No quiero, en primera persona, insistir en lo que desde hace más de un año he venido denunciando en esta columna y en algunas de mis comparecencias en los medios radiales y televisivos del país, cuando he hecho del conocimiento público que existe un plan apoyado y financiado por las fuerzas externas que gravitan en la vida de nuestro pueblo, de esta región centroamericana y del Caribe y de otros pueblos de hispanoamérica, que tiene como objetivo impedir la permanencia del Partido de la Liberación Dominicana al frente de los destinos de la Nación. Plan que persigue también llevar a su mínima expresión, como líder político nacional, al compañero Leonel Fernández Reyna, presidente de la República, de carismática e importante imagen internacional, que goza del aprecio y del respeto de otros gobernantes de América y Europa.
He dicho en muchas ocasiones, o mejor dicho he afirmado en muchas ocasiones, que el sistema capitalista está en crisis y que ese proceso crítico se acentúa y profundiza cada vez más en la medida en que los países capitalistas de Europa, sino todos la mayoría, y Estados Unidos pierden las perspectivas del futuro, ejecutando acciones como el caso de Libia, causando miles de muertes, destruyendo la institucionalidad del aparato burocrático de un estado y, en la realidad de los hechos, liquidando una nación. Bajo la jefatura política de Kadafi, aun por encima de sus excesos y los errores en que ha incurrido, el pueblo de Libia dio un salto extraordinario, admirable, en el proceso de su desarrollo económico, social, educativo, de salud y político.
Si eso es por allá, qué no será por aquí. Exponiendo esta situación, en primera persona, que no es mi costumbre, he tenido que aceptar una ruin, más que ruin, cobarde, campaña de difamación, injuria, cuestionamientos y acusaciones de mujeres y hombres que no tienen ninguna calidad para opinar ni dirigir nada en nuestro país y la he enfrentado con la decisión propia de mi carácter y convencido, satisfecho y orgulloso, de por más de cincuenta años haberle servido al pueblo dominicano como maestro, periodista y abogado. He militado de manera frontal en la vida política de la Nación. No debo recordar los momentos difíciles, arriesgados y dolorosos de la vida que he tenido que sufrir en mi país y fuera de él. Convencido de que durante esa militancia he recibido distinciones, solidaridad y respeto, que agradezco y agradeceré eternamente.
En una próxima columna agradeceré, citando por sus nombres, a las mujeres y hombres, verdaderos periodistas profesionales que distinguen esa profesión, comentaristas en radio y televisión, que nunca se han prestado a difamar, calumniar y mentir, detrás de un titulo jactancioso como el de “Periodismo de Investigación”, actividad que se hace divorciada totalmente de los principios y la ética profesional de una actividad tan importante en la vida de nuestro pueblo.
Santo Domingo, R.D., lunes, 05 de septiembre de 2011.
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