miércoles, 28 de diciembre de 2011

El preso que más jode

Diario de la Ciguapa
SARA PÉREZ
(3)

Distinguido Señor Luis Álvarez Renta:

¿Que yo me burlo de sus problemas médicos? No. Quien se burla de los problemas de salud de todos los  presos desarrapados de la República Dominicana es usted. Porque no he sido yo, sino usted, quien ha salido de la cárcel 197 veces (eso era hasta el sábado 17 de diciembre de este año) para presuntos exámenes y terapias que  usted y la servidumbre que lo acompaña sabrán dónde y cómo se realizan.

No he sido yo, sino usted, quien se hizo excarcelar el 15 de agosto del 2003, (sin haber cumplido ni dos meses en prisión) con la excusa de todos los pesarosos achaques que lo inhabilitaban para estar en la cárcel, pero que  no le impedían andar de parranda.

Al menos eso fue lo que hizo, en abril del 2007, cuando se suponía que estaba usted en tratamiento y convalecencia, pero resultó que se encontraba en el Hotel Bellagio de Las Vegas, donde gastó 29 mil dólares, según los balances de una de sus tarjetas de crédito, desglosados por la justicia de Los Estados Unidos, publicados por el periódico Miami Herald y reproducidos por el periódico dominicano 7dias.com.do, el 16 de septiembre del 2007.

Ahí  también se establece que en el 2006 usted gastó solo en su tarjeta American Express 766 mil dólares, llevando una vida "extravagante", entre Ferraris, yates,  aviones privados y fiestas, mientras la burlada justicia dominicana esperaba que usted se repusiera de sus acomodaticias dolencias, que no le permitían recluirse en prisión, pero sí participar en actividades como salir tranquilamente de compras y gastar 8 mil dólares en ropas y accesorios "para caballero" en Neiman Marcus y alquilar, en mayo del 2007, una limosina para andar por Nueva York, por la que pagó 5 mil dólares.

Todos los detalles salieron a flote, porque ya para ese tiempo había una sentencia en Estados Unidos (que fue confirmada posteriormente) que le ordenaba a usted entregar 177 millones de dólares como penalidad por sus actividades de estafador y lavandero.

Su morosidad se vió recompensada con una investigación de los gringos en que se revelaban sus andanzas y también se hablaba de que usted se había dedicado a traspasar fondos de sus cuentas hacia diversos destinos, dificultando  o imposibilitando la ubicación de los recursos, su recuperación y la correspondiente devolución a sus legítimos dueños, entre los que supongo que se encuentra el pueblo dominicano.

Imagino que esas hábiles transacciones marcharán sobre ruedas, con las dos computadoras que, tan gentilmente, le han permitido tener a su disposición en Najayo, para que pueda usted ejercitar sus excepcionales destrezas de financiero milagroso y los finos talentos de la evaporación sigilosa, especialidad tan altamente cotizada en estos días.

Es usted, y no yo, señor Álvarez, quien ahora quiere repetir las mismas hazañas que ya protagonizó, acusando a las autoridades (a quienes usted tiene de mojiganga) de negarle el derecho a operarse, lo que es un embuste suyo. Además, es una agresión y una bufonería desconsiderada contra el país en pleno y especialmente contra los muchos presos desahuciados y realmente desprovistos de los más elementales derechos, cuyo sufrimiento y desamparo usted banaliza y arrincona con sus plagoseos frívolos y desalmadas manipulaciones.

Por si se le olvidó, déjeme refrescarle la memoria. Según datos del Banco Central, publicados en la Revista Rumbo número 486, del 2 de junio del 2003, su empresa, Bank Invest, había trasegado 6,149 millones de pesos, que se diluyeron entre las manos suyas y las del señor Ramón Báez Figueroa.

A causa de eso, usted  fue recluido en prisión preventiva el 18 de junio del 2003. En agosto de ese mismo año resultó beneficiado con una excarcelación graciosa y rápidamente firmada por el entonces Procurador Fiscal, el  doctor Víctor Manuel Céspedes, de infausta recordación, y, al parecer, de conspicuas fraternidades con submundos –o, mejor dicho, supra mundos- repugnantes, pero solventes. Conste que, por desgracia, esas no son particularidades solo de él.

La excarcelación se hizo atendiendo (entre otros detalles no dilucidados) a sus alegados padecimientos de hipertensión, diabetes, arteriosclerosis, diverticulosis, hernia hiatal, esofagitis, gastritis, duodenitis, insuficiencia pulmonar ligera e insuficiencia vascular periférica.  Esto fue certificado por los muy reputados doctores Ángel Contreras, cardiólogo y Fernando Contreras, gastroenterólogo.

No tengo nada qué cuestionar a los diagnósticos de éstos consagrados médicos, aunque supongo que el Estado tiene que encargar evaluaciones independientes, (cosa que efectivamente hizo en su caso y supongo que repetirá), cada vez que un estafador, ladrón o lavandero quiere evadir la ley, alegando curiosas enfermedades que solo invalidan al culpable para saldar sus deudas con la sociedad y la justicia, pero no para andar de juergas.

Tengo entendido que durante su excarcelación, entre el 2003 y el 2008, se sometió, efectivamente, a algunas intervenciones médicas, con diferentes grados de relevancia, en los Estados Unidos, pero su convalecencia estuvo lejos de ser la propia de quien creyera estar en su lecho de muerte.

Aparte de las andanzas ya mencionadas y según la reseña publicada el 8 de junio de 2006 en el periodico El Caribe, al día siguiente  de asistir a la "despedida" del "Caballo" Jhonny Ventura en la discoteca Jet Set,  "a Renta se le vio en Camelot Club dando sus pasos a ritmo de salsa. Encaramelado como el mejor sirop, aprovechó que la pista estaba despejada, agarró a su compañera –jovencita, bonita- que también demostró que es buena bailarina".

Las intervenciones quirúrgicas a que fue sometido usted en Estados Unidos y las recuperaciones que ameritaban, no lo dejaban retornar a la cárcel, pero no le impedían viajar por medio mundo, según consta en los registros de la Dirección General de Migración.

El 14 de julio del 2004 llegó usted procedente de Puerto Rico, en el vuelo 699 de American Airlines. Ese mismo año, el 5 de octubre, salió con destino desconocido en un avión privado (supongo que el suyo)  y retornó, 34 días después, el 9 de noviembre, proveniente de Providenciales, una de las paradisíacas Islas Turcas.

Seguro que ahí recibió usted algunos eficientes tratamientos para activar la circulación sanguínea de las partes entumecidas de su cuerpo. No me extrañaría que haya sido el Dr. Angel Contreras, su renombrado cardiólogo, quien le recomendara el tratamiento en ese lugar. Probablemente él conoce todos los hospitales con tecnología de punta, como los que prefiere usted y especializados en cardiopatías, que hay en las Islas Turcas.

Solo 4 días más tarde, el 13 de noviembre, volvió usted  a salir en avión privado con destino desconocido y no se supo cuándo regresó, pero sí se registró otra salida suya, sin dirección final establecida, el 10 de febrero del 2005. Tampoco se consignó su retorno al país.

El 18 de marzo del 2005 fue a Nueva York, en el vuelo 618 de American y no se supo cuándo regresó. Salió para San Juan, Puerto Rico, el 7 de julio y tampoco hay registro de su retorno.

En el 2006 usted no se apeó de un avión. El 4 de marzo salió para Panamá, en el vuelo110, por Copa y regresó el 18 de abril, por American, procedente de Miami. Salió el 9 de junio para Nueva York, por American y regresó el 24. Volvió a Nueva York el 13 de julio y regresó el 17 de ese mismo mes, para salir el 4 de agosto, para La Habana, Cuba, por Cubana de Aviación. Retornó el 5 de septiembre, procedente de Miami, a donde volvió el 10 de octubre, regresando a República Dominicana en fecha desconocida.  Salió nuevamente hacia Miami el 30 de ese mismo mes, volviendo dos días más tarde, el 1 de noviembre, vía Panamá. Entre finales del 2006 y principios del 2007 voló tres veces a Madrid y en enero y abril viajó a Miami.

Coincidamos al menos en que esta agenda estaba un poco ajetreada, para  una persona tan enferma que no podía reposar en la amplia cama de su acomodada habitación de...¿Me equivoco si la estimo en 21.6 metros cuadrados en Najayo?. ¿Me equivoco si calculo que los presos miserables de las cárceles dominicanas tienen un promedio de espacio disponible de apenas 1.5 metros cuadrados? ¿Cuántos enfermos, en cuidados intensivos, disponen de 21.6 metros cuadrados para tratarse? ¿Cuántas suites VIP de las clínicas más exclusivas alcanzan una dimensión de 21.6 metros cuadrados?¿ En qué clínica puede un paciente disponer para sí, de un salón de terapia de 21.6 metros cuadrados?

Si no por respeto hacia el famélico pueblo que tuvo que pagar los 6,149 millones de pesos traspapelados en sus oficinas; ni por cortesía hacia la paciente y edulcorada justicia que esperó tan amablemente por usted;  ni por consideración hacia los prestigiosos profesionales médicos que ponen su nombradía a los pies de clientes energúmenos e incontrolables, al menos como inversión para las necias demandas del futuro, debió usted incurrir en menos exhibiciones grotescas de bienestares rumbosos.

Todo eso ocurría, mientras miles de presos gravemente enfermos –y algunos de ellos moribundos- se desmigajaban dentro de celdas inmundas, con enfermedades propias de la miseria y no de las gulas de  niñatos lloricas fulleros.

En este último grupo hay que incluir a su colega, Vivian Lubrano, a quien agasajaron con un indulto, por su precario estado de salud. La devota dama comenzaba a agonizar cuando alcanzaba a ver una reja, pero desde que la exoneraron de cumplir su condena, enganchó el rosario, pospuso los santos óleos y ahí anda, glamorosamente ataviada de impunidad, con una copa de champán en la mano.

Esa es otra que sí se burla de todos los presos y presas enfermos. No han tenido que volver a internarla en ningún sitio, excepción hecha tal vez de algún spa, de esos en los que se rellenan las arrugas con inyecciones de colágeno. Le voy a mandar un mensaje a ver si me recomienda uno.

¿Continuará? No sé. Depende del humor con que me encuentre a principios de la próxima semana. Estas cajas de viejos papeles que me han traído como regalo de Navidad, me tienen con pituita y temo que atraigan una invasión de ratones. Pero me encanta el tema...
 (Sara Pérez es articulista de Acento.com.do)         http://www.acento.com.do/index.php/blog/2804/78/El-preso-que-mas-jode-3.html
Santo Domingo, R.D., miércoles, 28 de diciembre de 2011.

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