martes, 27 de diciembre de 2011

La sociedad del aprendizaje

AM. De Diario Libre
IAizpun@diariolibre.com

José Antonio Marina recuerda en un artículo de prensa que la sociedad del conocimiento llega después de... la sociedad del aprendizaje. 

Ese tramo cuesta esfuerzo individual y colectivo, dinero público y privado, largo tiempo y esfuerzo personal e institucional. Si estamos, como dicen los expertos, inmersos ya en una sociedad en la que el valor reside en el conocimiento especializado, no se entiende por qué nuestras autoridades están tan optimistas con el futuro próximo. 

La mala calidad de la educación incide directamente en la baja productividad, los bajos sueldos, la desigualdad social y en el desempleo. Incapaces de hacer planes a largo plazo, nuestros políticos han diseñado -empezando por desatender la educación- una sociedad en la que se penaliza el esfuerzo personal y se celebra el oportunismo. 

Como el dinero ya no es el producto del trabajo sino el resultado de malabares y trapisondas, la educación de calidad no es vista como el fundamento de la trayectoria vital.

Perdida la batalla de la educación ante la opinión pública, Leonel Fernández y su equipo han optado por los efectistas baños de multitudes previo regalo en especie. Son efectivos, pero reflejan dolorosamente la sociedad que los políticos fomentan para que su privilegiado estatus no se cuestione.

Los gobiernos, en todo el mundo, hablan con cautela de las perspectivas que ofrece 2012. Todos menos el nuestro, que ve con optimismo lo bien que le va a ir el próximo año. (Algo no cuadra, pero eso nunca ha detenido a la clase política).

Santo Domingo, R.D., martes, 27 de diciembre de 2011.

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