AM.
De Diario Libre
En las últimas semanas ha sido hackeados los correos electrónicos de dos directores de periódicos, de cuyas direcciones "se enviaron" notas de prensa al servicio de políticos. También, la del embajador de Estados Unidos, de cuya dirección "salió" una nota con falsa información de carácter institucional y comercial. Al menos dos políticos y un banco denunciaron que sus correos habían sido espiados y utilizados. Un diario digital colgó en su página la denuncia de una intromisión similar.
Esto, además de la evidente invasión de la privacidad (que es delito) es un ataque directo a la libertad de información, porque conculca el derecho de los ciudadanos a recibir información creíble e independiente.
¿Por qué las autoridades no detienen este espionaje? Pues se supone que por lo mismo que toleran los pinchazos telefónicos. Puede ser porque desconocen quién está detrás, lo cual coloca a los servicios de inteligencia la etiqueta de incompetentes. O sí saben quién es, pero no confiscan los equipos ni detienen a sus operadores, lo que hace cómplices del delito a estos mismos servicios de inteligencia, y al ministerio público, de paso. (Elegir entre reconocerse incompetente o cómplice debe ser un dilema.)Quizá sea que, como ya tiene el teléfono pinchado hasta el que pincha teléfonos, estos "emprendedores de la comunicación estratégica" estén probando nuevas "oportunidades de negocio" adaptándose a los tiempos...
El hecho es que contaminar así la información, a principio de una campaña electoral tan dura como ésta, no presagia nada bueno.
Santo Domingo, R.D., martes, 10 de enero de 2012.
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