viernes, 11 de mayo de 2012

Reflexión sobre la ausencia de sorpresa



MI VOZ ESCRITA
JORGE HERRERA 

El desenlace que revelará la escena del 20 de mayo en la tragicomedia que han convertido algunos políticos sin escrúpulos y los mercaderes del comportamiento social de los humanos las competencias electorales, debería servirle de lección. Pero, no una lección que se olvide, sin haberla aprendido. Debe ser una lección moralizante que escarmiente y corrija.

Al conjunto de los políticos, se le tilda de lo peor de manera alegre y desconsiderada. No hay reparo en la diferencia que necesariamente existe. Que todos seamos iguales, no es posible, y la semejanza es subjetiva. Como soy político por vocación, empirismo y formación académica, pienso que el juicio, al generalizar, además de inmerecido, es injusto.

Nadie cuestiona que aún haya políticos pretensiosos con ínfulas de Mesías, cuya supuesta autosuficiencia y vocación anti-dialéctica los hacen creer que los consejos pragmáticos de Maquiavelo, Fouchet o Gracián, perfilan de manera axiomática la vía para usufructuar sin límites el Poder. No reparan en las consecuencias casi siempre fatales. Son más que temerarios, estúpidos.

A los que con cara de “bobalicones” se dicen expertos en medir el comportamiento psicosocial de los pensantes, es preciso advertirles que vayan pespunteando con mucho cuidado el manto con que piensan encubrir la retahíla de  mentiras y falsedades que le pusieron a consumir a los incautos y a los hambrientos chantajeados.

Pero, eso sí; nada de fotografía del momento ni de que si hoy fuera mañana. ¡Basta ya de tanta farsa!

Aquí se tiene que acabar de una buena vez la incertidumbre que arropa cada proceso electoral. La manipulación de que es objeto la información en sus variadas modalidades, ahora no traerá sorpresa. ¡Hipólito Mejía es el nuevo Presidente de la República! Lo quiso así la gente y lo quiso así Dios, para que expulse a los mercaderes del Templo.

No a latigazos como merecen; sino rescatando en justicia, los bienes con que hay que redimir a los irredentos por los que ofrendó su vida José Francisco Peña Gómez, mi inolvidable mentor y amigo…

Santo Domingo, R.D., viernes, 11 de mayo de 2012.

No hay comentarios:

Translate