Ginecología actualizada
LILLIAM FONDEUR
En los últimos meses, los avances científicos han generados dos grandes noticias para la humanidad. En primer lugar, hace poco un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte reveló que la leche materna tiene capacidad para destruir el VIH, y prevenir su transmisión al bebé. Este descubrimiento constituyó una revolución, porque hasta ese momento se les decía a las madres que viven con VIH que no lactaran.
En segundo lugar, hace dos días los medios se hicieron eco de la buena nueva del doctor estadounidense Anthony Fauci, un eminente virólogo estadounidense, que dijo en una entrevista que “erradicar la pandemia de sida ya es un hecho factible, lo que daría lugar a la primera generación libre de la amenaza de contraer el virus VIH desde que éste se propagó”.
Resultan esperanzadoras las palabras de Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, cuando dice que empiezan a darse cuenta de que realmente es posible actuar sobre la infección y cambiar la trayectoria de la pandemia.
Anthony Fauci.
En una entrevista, Barré-Sinoussi dijo que "la razón por la que estamos hablando de una cura hoy es porque tenemos evidencia de que es posible lograrla".
Una científica habla de una cura; otro, de una vacuna. Y esto en esencia hace que el panorama luzca prometedor. Nunca como ahora tantas disciplinas y profesionales de distintas áreas del conocimiento se habían unido con una misma causa: encontrar la solución al VIH-Sida. A este esfuerzo se suman, desde un papel activo, las farmacéuticas más importantes del mundo, que invierten millones de dólares cada año con ese mismo propósito.
Si las proyecciones de los hombres y mujeres de ciencia son acertadas, es probable que tengamos la tan esperada noticia en los próximos cinco años.
Estamos en la era del conocimiento. Tenemos más datos y más acceso a las informaciones que nuestros antepasados. No se justifica el aislamiento y el estigma a que son sometidas muchas personas que viven con el VIH.
El manejo de herramientas como Internet debe hacernos más sensibles no más crueles ni apáticos.
Santo Domingo, R.D., lunes, 16 de julio de 2012.
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