Luis Pérez Casanova
El presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Rolando Rosado Mateo, ha exhibido como un honor lo que en realidad es una vergüenza al declarar que el avión no tripulado para perseguir el narcotráfico es el primero de ese tipo que se utiliza en América Latina.
El caso es todavía más humillante si se toma en cuenta que la aeronave fue empleada antes de imponerse los acuerdos contra el narco y la trata de personas. O sea en violación del espacio aéreo y, por tanto, de la soberanía.
El avión no tripulado se habría utilizado el día siete de este mes en el decomiso de 1,722 kilos de cocaína que eran transportados en dos lanchas rápidas.
"Predator", avión-radar no tripulado operado por EE.UU. en cielos dominicanos en combate narcos.
No ha de olvidarse el revuelo que causó la incursión del aparato, a tal punto que se habló de un OVNI (Objeto Volador No Identificado). Aparte, República Dominicana figura, según publicó en una ocasión The New York Times, entre los dos o tres países de la región que son patrullados por agentes antinarcóticos de Estados Unidos. Y todo porque el narcotráfico ha alcanzado una dimensión tan alarmante que Estados Unidos, con o sin la anuencia de las autoridades dominicanas, ha decidido intervenir el territorio.
La incapacidad para combatir el narco es lo que ha determinado el vergonzoso honor de que República Dominicana, que no produce cocaína ni heroína, se haya convertido en la primera nación de América Latina donde se utiliza un avión no tripulado para rastrear el millonario negocio de las drogas.
Aviones Super-Tucanos, adquiridos por el gobierno dominicano en Brasil para "combatir del narcotráfico".
Para Estados Unidos este país es de los principales puentes de la región para la exportación de drogas. Y conste que se han adquirido hasta unos superaviones, los Tucano, que en definitiva no han sido más que un gasto. La crisis moral obliga al silencio frente a la intervención, sin importar que sea a nombre de una causa saludable.
De todas formas, sería interesante determinar el precio por el “honor” de ser el primero.
Santo Domingo, R.D., lunes, 16 de julio de 2012.
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