Las turbinas
marinas son el impulso que necesita nuestro país
ENRIQUE PÉREZ
MARTÍ
Uno de los graves problemas nacionales es la compra de
energía para producir electricidad. Estas compras han sido onerosas, sangran el presupuesto del Gobierno
constantemente, unido a la política interesada y errada que nos empantagonan el
progreso del país.
El pueblo ha clamado a gritos por años los altos costos
que vienen mensualmente en su factura eléctrica, unido a los vergonzantes
apagones que no terminan nunca.
La población sufre las normas de la CDEEE, que son
pretextos por aquellos que no pagan o se roban la electricidad, el comercio se
queja por los daños a su mercancía y la industria no puede ofrecer precios
bajos al mercado local, ni pueden competir en la exportación.
La energía que nos brinda la naturaleza gratuita en las
corrientes marinas, sin dañar el ambiente, que son el caso contrario al
producido por el carbón, el gas o el petróleo.
Nuestro país por obra de Dios, está situado en una isla,
rodeada por el Atlántico y el mar Caribe.
Esos mares llevan en sus entrañas energía inagotable, que
son producidas por el fluido oceánico del movimiento de las aguas en dirección
determinada que la tecnología hoy en día aprovecha con turbinas marinas para
producir electricidad.
Las corrientes marinas fueron analizadas por el italiano
Galileo (1564-1642) y por Ponce De León, descubridor de la Florida a fines del
siglo XVI.
La electricidad producto de la energía marina es gratuita
y es la llave hacia el futuro porque nos brinda empleomanía, véase el caso de
Alemania con 30,000 obreros, y es además el mito detonante que nos libra de
compromisos económicos en el mañana, cuyo panorama es sombrío, indeciso, pues
se percibe un descalabro financiero mundial, según previsiones de economistas
de primera línea, mundialmente reconocidos.
Campos de aprovechamiento de las corrientes marinas para alimentar las redes eléctricas.
En América, Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala,
Venezuela, Brasil, Argentina, Colombia, etc. están aprovechando la energía
marítima.
Guatemala habilitó un barco con equipos donados por
Taiwán, para “el estudio de las corrientes marinas”.
La República Dominicana quizás pueda soslayar el gasto de
estos estudios, por razones de que nuestros vecinos costeros en el norte, en el
sur y Puerto Rico ya los han realizado.
La reciente visita del candidato elegido por el pueblo
dominicano, Danilo Medina, a los pueblos hermanos de Colombia y Brasil, en
busca de opciones para resolver uno de los problemas nacionales impostergables
por resolver, tiene sus bemoles porque la compra de maquinarias que
terminaríamos de pagar en años, nos quedaría entonces como atadura, en combustible,
ya sea gas o carbón. Eso es una opción del Presidente Medina.
Es necesario invertir con cuidado, más sobre las
novedades de la tecnología que han sido probadas por años en Europa y Asia, así
como los Estados Unidos.
La inversión para obtener las turbinas marítimas podría
estimarse por algunos como altas pero hay que buscarle la vuelta por
patriotismo. A la larga es una inversión económica.
Un ingeniero noruego, entendido en turbinas marinas, me
sugirió algo interesante: “Ustedes tienen en su país azúcar, café, cacao, etc.
Venga a Los Balcanes y propónganos, que no deja de ser interesante. No estamos
muy lejos de que se vuelva al trueque o al cambalache”.
Las turbinas marinas son el impulso que necesita nuestro
país para salir del marasmo en que está sumido el pueblo por una parte, y sin
tocar en este artículo otros temas.
Es necesario incentivar al pueblo, hacer un esfuerzo
conjunto, una cruzada con coraje junto al Estado, para consolidar el esfuerzo y
lograr a como dé lugar que ese empleo se cumpla a cabalidad porque nos sitúa en
un sitial de avanzada.
El Estado debe desprenderse totalmente de la compra de
energía y de administrar los problemas eléctricos. En Europa, muchas empresas
con capacidad, con entereza y con responsabilidad son las que manejan esos
problemas ante la población.
En el abanico de productores de turbinas marinas habrían
que prestarle atención: Alemania, Estados Unidos, China, España, Noruega,
Suecia, Reino Unido, etc.
Prototipo de sistema Thawt.
Norteamérica está produciendo una turbina apropiada para
ríos, como el Yaque en Santiago, que producen el sistema Thawt por la
universidad de Oxford; el Reino Unido produce una turbina en piel o cuero y la
India tiene una novedad por lo económico.
De ser aceptada por Danilo Medina, estas ideas, habría
que tomar en cuenta que el gobierno se vería obligado a regularizar el tránsito
vehicular, los carros públicos serían eléctricos como en España; así nos
quitarían la espada de Damocles que nos aguarda constantemente por razones
lógicas, y de que no estaríamos en los reclamos de ambas partes (pueblo y
choferes), en el sube y baja que nos producen los combustibles. No habría
huelga por los sindicatos ni los dueños de transporte, que por gravedad tendría
que ser más económico para el pueblo.
Los beneficios que recibiría la nación con esta
transformación que por años se ha hecho inamovible, intocable porque la
costumbre hace ley, es difícil enumerarlas, pero se crearía una empleomanía que
es necesaria al pueblo, con los recortes de nóminas del Estado que se harán en
el próximo gobierno, así tendríamos menos problemas sociales, los cambios
económicos en los combustibles fósiles, energía limpia que no haría daño a la
capa de ozono.
Conclusión: desde el punto de vista pragmático, el gobierno
creo que no está en condiciones de embarcarse en un problema similar a este
proyecto, pues tendría que esperar la aprobación de un presupuesto de acuerdo a
las entradas del fisco; por tanto el amigo Danilo Medina debería de presidir
una comisión que abarque al CONEP, hombres y mujeres con nivel económico
saludable, para poder decir en alta voz “vamos a hacer lo que nunca se ha
hecho”.
Santo Domingo, R.D., viernes, 07 de septiembre de 2012.
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