viernes, 7 de septiembre de 2012

Hacer lo que nunca se ha hecho, Danilo


Las turbinas marinas son el impulso que necesita nuestro país

ENRIQUE PÉREZ MARTÍ

Uno de los graves problemas nacionales es la compra de energía para producir electricidad. Estas compras han sido onerosas,  sangran el presupuesto del Gobierno constantemente, unido a la política interesada y errada que nos empantagonan el progreso del país.

El pueblo ha clamado a gritos por años los altos costos que vienen mensualmente en su factura eléctrica, unido a los vergonzantes apagones que no terminan nunca.

La población sufre las normas de la CDEEE, que son pretextos por aquellos que no pagan o se roban la electricidad, el comercio se queja por los daños a su mercancía y la industria no puede ofrecer precios bajos al mercado local, ni pueden competir en la exportación.

La energía que nos brinda la naturaleza gratuita en las corrientes marinas, sin dañar el ambiente, que son el caso contrario al producido por el carbón, el gas o el petróleo.

Nuestro país por obra de Dios, está situado en una isla, rodeada por el Atlántico y el mar Caribe.

Esos mares llevan en sus entrañas energía inagotable, que son producidas por el fluido oceánico del movimiento de las aguas en dirección determinada que la tecnología hoy en día aprovecha con turbinas marinas para producir electricidad.

Las corrientes marinas fueron analizadas por el italiano Galileo (1564-1642) y por Ponce De León, descubridor de la Florida a fines del siglo XVI.

La electricidad producto de la energía marina es gratuita y es la llave hacia el futuro porque nos brinda empleomanía, véase el caso de Alemania con 30,000 obreros, y es además el mito detonante que nos libra de compromisos económicos en el mañana, cuyo panorama es sombrío, indeciso, pues se percibe un descalabro financiero mundial, según previsiones de economistas de primera línea, mundialmente reconocidos.

Campos de aprovechamiento de las corrientes marinas para alimentar las redes eléctricas.

En América, Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala, Venezuela, Brasil, Argentina, Colombia, etc. están aprovechando la energía marítima.

Guatemala habilitó un barco con equipos donados por Taiwán, para “el estudio de las corrientes marinas”.

La República Dominicana quizás pueda soslayar el gasto de estos estudios, por razones de que nuestros vecinos costeros en el norte, en el sur y Puerto Rico ya los han realizado.

La reciente visita del candidato elegido por el pueblo dominicano, Danilo Medina, a los pueblos hermanos de Colombia y Brasil, en busca de opciones para resolver uno de los problemas nacionales impostergables por resolver, tiene sus bemoles porque la compra de maquinarias que terminaríamos de pagar en años, nos quedaría entonces como atadura, en combustible, ya sea gas o carbón. Eso es una opción del Presidente Medina.

Es necesario invertir con cuidado, más sobre las novedades de la tecnología que han sido probadas por años en Europa y Asia, así como los Estados Unidos.

La inversión para obtener las turbinas marítimas podría estimarse por algunos como altas pero hay que buscarle la vuelta por patriotismo. A la larga es una inversión económica.

Un ingeniero noruego, entendido en turbinas marinas, me sugirió algo interesante: “Ustedes tienen en su país azúcar, café, cacao, etc. Venga a Los Balcanes y propónganos, que no deja de ser interesante. No estamos muy lejos de que se vuelva al trueque o al cambalache”.

Las turbinas marinas son el impulso que necesita nuestro país para salir del marasmo en que está sumido el pueblo por una parte, y sin tocar en este artículo otros temas.

Es necesario incentivar al pueblo, hacer un esfuerzo conjunto, una cruzada con coraje junto al Estado, para consolidar el esfuerzo y lograr a como dé lugar que ese empleo se cumpla a cabalidad porque nos sitúa en un sitial de avanzada.

El Estado debe desprenderse totalmente de la compra de energía y de administrar los problemas eléctricos. En Europa, muchas empresas con capacidad, con entereza y con responsabilidad son las que manejan esos problemas ante la población.

En el abanico de productores de turbinas marinas habrían que prestarle atención: Alemania, Estados Unidos, China, España, Noruega, Suecia, Reino Unido, etc.

Prototipo de sistema Thawt.

Norteamérica está produciendo una turbina apropiada para ríos, como el Yaque en Santiago, que producen el sistema Thawt por la universidad de Oxford; el Reino Unido produce una turbina en piel o cuero y la India tiene una novedad por lo económico.

De ser aceptada por Danilo Medina, estas ideas, habría que tomar en cuenta que el gobierno se vería obligado a regularizar el tránsito vehicular, los carros públicos serían eléctricos como en España; así nos quitarían la espada de Damocles que nos aguarda constantemente por razones lógicas, y de que no estaríamos en los reclamos de ambas partes (pueblo y choferes), en el sube y baja que nos producen los combustibles. No habría huelga por los sindicatos ni los dueños de transporte, que por gravedad tendría que ser más económico para el pueblo.

Los beneficios que recibiría la nación con esta transformación que por años se ha hecho inamovible, intocable porque la costumbre hace ley, es difícil enumerarlas, pero se crearía una empleomanía que es necesaria al pueblo, con los recortes de nóminas del Estado que se harán en el próximo gobierno, así tendríamos menos problemas sociales, los cambios económicos en los combustibles fósiles, energía limpia que no haría daño a la capa de ozono.

Conclusión: desde el punto de vista pragmático, el gobierno creo que no está en condiciones de embarcarse en un problema similar a este proyecto, pues tendría que esperar la aprobación de un presupuesto de acuerdo a las entradas del fisco; por tanto el amigo Danilo Medina debería de presidir una comisión que abarque al CONEP, hombres y mujeres con nivel económico saludable, para poder decir en alta voz “vamos a hacer lo que nunca se ha hecho”.

Santo Domingo, R.D., viernes, 07 de septiembre de 2012.

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