Teófilo Quico
Tabar
Si el PRD
hubiese ganado las elecciones, estaría en una situación mucho más cómoda para
justificar la necesidad de una Reforma Fiscal, puesto que tanto su candidato
como los asesores denunciaron una y mil veces la situación fiscal producto del excesivo gasto gubernamental,
mientras que el oficialismo, incluyendo su candidato hoy Presidente Danilo
Medina, por las razones que fueren, dejaron el tema en suspenso.
Hipólito Mejía y
Luis Abinader hubiesen tenido mucho más argumentos para justificar la necesidad de una Reforma para hacerle
frente a la grave situación en que se encuentran las finanzas públicas, porque
además de denunciarlo llegaron a establecer que fue uno de los factores
fundamentales para impedir el triunfo de la oposición, mientras que a Danilo Medina,
que de alguna manera pertenecía al escenario oficialista, se le hace un tanto
cuesta arriba, aunque exista la misma situación.
Los entonces candidatos presidenciales (2012), Hipólito Mejía (PRD) y Danilo Medina (PLD) participan de encuentro en Consejo Hombres de Empresas.
No fue por casualidad que los
principales candidatos a la presidencia, tanto el oficialista como los de la
oposición plantearon su compromiso de firmar un acuerdo con el FMI, lo que
indica que estaban conscientes de que
había que hacer grandes ajustes económicos para enfrentar la grave situación
que encontrarían, sin descartar la necesidad de llevar a cabo alguna reforma
para hacerle frente al déficit fiscal.
Talvez no se conocían
todos los detalles sobre e tamaño y la profundidad del hoyo, pero si del gran
problema existente, por lo que no vacilaron en reiterar la necesidad de firmar con el FMI, aún estando conscientes
acerca de la posición de dicho organismo con relación a la presión tributaria, el tema eléctrico, los
subsidios, etc.
Pero aunque la
oposición hubiese tenido un escenario diferente al del gobierno de Danilo Medina
y el PLD para hablar de Reformas, ya que
son los herederos de la situación
que se denunció y se critica todavía, para unos y otros, o sea, para el
gobierno y la oposición si hubiese
ganado, la situación es la misma, lo que indica que lo más prudente podría ser
que de alguna manera pudieran evaluar conjuntamente lo que más le conviene al
país. No a determinados grupos económicos, privados o sindicales, sino a la
nación.
Porque no hay
elecciones a la vista, no hay reelección y nadie quiere problemas sociales y políticos que alteren la
económica a extremos insalvables, sino que lo que la gente quiere es mejoría de
la situación y que se cumplan las promesas de campaña, y si para Danilo Medina lograrlo
tiene que hacer mayores sacrificios, que los haga sin ningún tipo de miramiento.
La oposición y
la mayoría de la gente sensata quieren
paz, orden, respeto, justicia y mejoría. Que se le ponga fin al despilfarro;
uso indiscriminado de los bienes del estado; racionalidad en el gasto;
seguridad ciudadana y no servir de relleno para tapar el hoyo que hicieron
otros. Conociendo todo eso, los esfuerzos del gobierno tienen que ser
consistentes, adoptando medidas aún más
convincentes y tranquilizadoras.
Santo Domingo,
R.D., jueves, 18 de octubre de 2012.
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