Narciso Isa Conde
Danilo Medina es otra representación señera de la
partidocracia inseparable del clientelismo, la corrupción de Estado y las
conexiones con la gran burguesía local y transnacional; pilares de la
dominación y recolonización neoliberal.
Es la segunda figura de una claque política caracterizada
por su espíritu de cuerpo (independientemente de sus pugnas internas),
integrado mayoritariamente por personas
enriquecidas a través del robo al patrimonio nacional y a los contribuyentes.
Medina llegó al gobierno mediante un pacto corporativo
con el leonelismo y una parte del cohollo capitalista criollo y transnacional,
inflado por un espurio financiamiento electoral.
Su gobierno lleva consigo una gran parte del anterior
adornado con una u otra figura de “prestigio moral”
Va de la mano del neoliberalismo, las privatizaciones
leoninas, los TLCs, el saqueo y la destrucción a cargo de la mega-minería
imperialista, el reparto vulgar del patrimonio natural, la narco-corrupción, el
generalato podrido, la impunidad y la pele-burguesía burocrática.
Danilo Medina y Euclides Gutierrez Felix se abrazan en dias de la campana electoral. Francisco Javier y Monchi Fadul aplauden.
Entonces, que no vengan con que Danilo “está bien
intencionado” o que desea “cambiar lo que está mal” y “hacer muchas cosas
buenas”. ¡Que callen esas “cantelitas” sin base real!
Es explicable sí que Danilo, montado sobre un Estado en
quiebra, nos hable de la necesidad de un “pacto social” para una “reforma
fiscal”, porque ciertamente está compelido a ponerle vaselina al trancazo
antipopular.
Pero es injustificable que ante esta realidad, quienes se
dicen representar movimientos sociales independientes, “sociedad civil” y ONGs “progresistas”, aceptaran ir a esa “concertación”
para ser engañados, o para servirle de adornos al Danilazo Neoliberal.
Está clarito que este presidente se apoya en una
dictadura institucionalizada que estructuró Leonel, pero que por fuertes
razones corporativas y complicidades materiales, sirve a toda la cúpula
partidocrática morada y a su poder impune.
Nueva vez los “progres”, “desarrollistas”, “ong-cistas” y
sindicalistas funcionales al sistema
-siempre proclives a diálogos y “pactos
sociales” agripinistas y siempre distantes de la lucha de clases y la
impugnación del capitalismo neoliberal- vieron llamar al FMI, a Danilo reunirse
con sus legisladores, a Leonel respaldándolo
y al Comité Político haciéndole coro a los dos… y siguieron con ganas de
dialogar.
Escucharon al perínclito Temo decir que no era allí el
lugar para consenso, sino el Congreso (pieza clave de la dictadura que
consumará el palo… y siguieron con ganas de “consensuar” y “pactar” lo que el otro habrá de imponer a su manera
dentro de su maloliente morada Cueva Congresual, bautizada con el nombre de Alí
Babá.
Santo Domingo, R.D., domingo, 21 de octubre de 2012.
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