ORION MEJIA
Pepe Abréu, dirigente de la Central Unificada de Trabajadores (CNTU), tuvo toda la razón al advertir que en el Consejo Económico y Social (CES) no se arribaría a consenso alguno en torno a la de reforma fiscal integral propuesta por el Gobierno, porque la mayoría de los sectores representados en ese foro procuran no ser afectados por tributos o reducción de exoneraciones y exenciones.
Lo que Pepe ni nadie podía imaginar fue que el alto sector empresarial, oposición política y organizaciones de la mentada sociedad civil se pusieran a una para recomendar al Gobierno reducir en casi 60 mil millones de pesos, el monto del estimado presupuestal para 2013, (469,441 millones), estrambótica sugerencia que revela que nunca hubo voluntad alcanzar siquiera un acuerdo mínimo.
El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) justificó tal despropósito bajo el argumento de que el gobierno anterior “gastó” 150 mil millones de pesos por encima de lo presupuestado, sin decir que de ese monto 48 mil millones corresponden a las transferencias para la CDEEE; 35 mil millones de reducción de las recaudaciones y 22 mil millones que era el déficit previsto como meta.
Sindicalista Pepe Abréu.
En ese “gasto”, el ingeniero Manuel Diez Cabral, no incluyo los 24 mil millones de pesos que han de ser transferidos al Banco Central para recoger parte del déficit cuasi fiscal. La cifra de 150 mil millones fue bombardeada por, no como monto del déficit del gobierno central, sino como tamaño del dispendio. Se guardó para sí explicar que por las causas que he citado, el déficit supera los cien mil millones, sin contar lo transferido al Ban Central.
Para justificar es propuesta inaceptable, se afirma que el Gobierno anterior se sobrepasó en unos dos mil 441 millones de pesos en sobresueldo, bonificaciones, dietas y gastos de representación, cifra que constituye “cica de colí” ante el descomunal monto de recursos que hay que transferir al subsector eléctrico.
El presidente Danilo Medina ha propuesto una reforma fiscal integral, que requiere abordar el déficit tanto por el lado del gasto como por el ingreso, pero la recomendación del CES, de reducir el monto presupuestal propuesto para 2013, solo se refiere a disminuir de golpe y porrazo el equivalente al cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) con relación al ejercicio fiscal anterior.
No se toma en cuenta que el solo cumplimiento del 4% del PIB para la educación básica y pre universitaria representa más de 50 mil millones adicionales y que los sectores Salud, Seguridad Social, combate a la pobreza, agua potable, vivienda y generación de empleos, requieren de un porcentaje del PIB que no sería posible recaudar con el actual nivel de presión tributaria.
Santo Domingo, R.D., domingo, 21 de octubre de 2012.
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