MI VOZ ESCRITA
Por Jorge Herrera
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Las barbaridades que han estado sucediendo, y actualmente suceden en la Administración General de Bienes Nacionales en la incumbencia del señor Elías Wessin Chávez, no tienen parangón en ninguna de las dependencias estatales de su género en el mundo. No hay comparación posible. Pero, nunca se piense que la afirmación sea consecuencia de lo denunciado por el medio digital Acento.com.do.
¡Jamás! Aunque las fuentes noticiosas e informativas de ese “mass media”, son 1-A, no hay que ser muy inteligente para colegir que hubo una filtración interesada, acaso con la loable intención de que fuera del dominio público el saqueo continuo que mantiene, hasta que pruebe lo contrario, quien se hace llamar ministro de una secta religiosa y heredero de un partido político cuyo mentor siempre será una afrenta para el país.
En una obvia actitud chantajista el sujeto de marras, como todo un cretino, envía un documento de réplica al director de El Nacional por una alusión a su caso, sin reparar en que con su pretendido mentís, no hizo menos que comprometer aún más su responsabilidad. Es inaudito, y, por demás, risible, que a una defraudación a todas luces evidente, él la llame “debilidades”, y quisiera que se la cubriera con el manto de la impunidad.
Elias Wessin Chávez.
La misma impunidad a que aspira con otra compostura chantajista al Presidente para no quedar al desnudo frente a los incautos que ha embaucado con su perversa simulación. Sin embargo, “resulta y viene a ser”, como suele recrear sus ocurrencias mi hermano José “Dorín” Cabrera, que “la estaca no tiene culpa de que el maco salte, y se ensarte”. Ese pelotero quiso correr más que la bola…
El bueno de Radhamés, en nombre de su vocación democrática, su respeto a la libre expresión y su proverbial buena fe, le publicó sus alegatos, y la reacción en su contra ha sido devastadora. Y eso, que del Credo, apenas se sabe la mitad. Lo que hasta ahora ha emergido, es solo la punta de un témpano de corrupción gigantesco…
Santo Domingo, R.D., viernes, 26 de octubre de 2012.
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