lunes, 22 de octubre de 2012

Un mal pleito


El Bulevar de la vida
Pablo McKinney

El gobierno consultó al Consejo Económico y Social (CES) pero no le gustó la receta que este le entregó... y se marchó.

Y es que el  CES es un órgano consultivo que no deliberativo, lo que nos lleva al tema de la diferencia entre lo legal y lo legítimo, lo torpe y lo inteligente.

Piensa uno, que nunca es conveniente un enfrentamiento entre el poder político y el poder económico. Y lo digo, porque no hay que ser un genio del análisis político para saber que no es Pepe Abreu, -el solitario Quijote sindicalista de izquierda-, ni es el cura Mario Serrano, del Centro Bonó, quienes tienen la sartén y el mango en el CES.

Pero como el CES solo es un órgano de consulta del gobierno, la entidad no tiene ya nada más qué hacer en la PUCMM... Pero fuera de ella sí.

No actúa inteligentemente el gobierno cuando, “haciendo uso de sus derechos conyugales” o sea, constitucionales, no se ocupa ni siquiera de “allantar” al todopoderoso CONEP/AIRD y sus abogad@s/ economistas de la sociedad civil, tan presentes en el CES.

Agripino Nunez Collado.

El gobierno tiene derecho a consultar “a su órgano consultivo”, a oírlo y hasta a brindar con él café Santo Domingo, pero no está obligado a escucharlo, es decir, a tomar en cuenta su receta.

Esto es cierto. Solo que con este uso de la ley, el gobierno actúa torpemente en la medida en que saca la discusión del CES de la PUCMM y la lleva a la “sociedad civil” y sus instituciones… y a las calles. Y cuando se une la “sociedad civil” -con comillas y sin ellas- con el beneplácito y los recursos del poder económico y mediático, más las acciones de unos partidos que como a los gatos solo le brillan los ojos en la oscuridad de la oposición, entonces  el panorama puede cambiar drástica y hasta trágicamente.

Hay pleitos que un gobierno inteligente evita. Como en el tango, para  pelear se necesitan dos. 

Aunque la ley no lo obliga, el gobierno debió ir más allá de la consulta con el  CES y no raspahilarlo de la PUCMM de esa manera, sin “allantarlo” siquiera bajando su propuesta de Presupuesto, tres o cuatro mil millones de pesos.

El gran capital no quiere que toquen sus subsidios y otros versos, ni quiere el gobierno que le aten las manos económicas, para así poder cumplir sus promesas de campaña que pasan por la Educación, la solución del problema energético y la priorización en los hechos de la lucha contra la pobreza.

Por eso, en su reunión con el CES en la PUCMM, el gobierno debió pedir una  segunda ronda de café Santo Domingo, unos derretidos de queso y jugos de zapote con Ca de la barra Payán... y no lanzar a ese poder económico -con sus medios y sus sociedades civiles, periodísticas, “economísticas” y jurídicas terribles- a otro escenario (incluidas las calles) al que acudirán, (como ocurrió con el 4%E y por eso su éxito) mansos y cimarrones, patriotas y oportunistas, héroes y chantajistas.

Y eso sí que es peligroso, pues la situación actual del país es de tal desasosiego, orfandad y desesperanza, que a lo que más se parece es a una pradera a la que solo le falta una chispa más de indignación popular para arder, arder y arder.

Santo Domingo, R.D., lunes, 22 de octubre de 2012.

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