Por TEÓFILO QUICO TABAR
Se habla de una nueva reforma constitucional que permita la reelección por dos períodos consecutivos. Se plantean varios aspectos: que no puedan volver a postularse jamás; que podrían hacerlo cuatro años después; que la modificación no debería ser aplicable para el presente período ni para el próximo, o sea, que ni Danilo ahora ni quien gane en el 2016 pueda reelegirse, sino a partir del 2024.
Pero cuando se plantean reformas en ese sentido, es porque surgen necesidades coyunturales, con nombres y apellidos. Porque de acuerdo con los auspiciadores de dicha enmienda se evitaría una situación política complicada y tratan de buscarle un “bajadero” constitucional,
Ahora se habla de ello, porque como quisiera hacerlo cualquier partido en el poder, el PLD quiere continuar en el gobierno, y conservando Danilo Medina una aceptación envidiable, es considerado como una buena opción en las actuales circunstancias, por lo que para ellos no tendría sentido la reelección, si no tiene efecto inmediato.
Danilo Medina es felicitado por el ex presidente Leonel Fernandez, por su eleccion como candidato presidencial del PLD elecciones 20 de mayo de 2012.
Sin embargo, una reforma constitucional podría no convenirle por ahora a ninguno de los partidos que controlan el Congreso, o a una buena parte de sus líderes, ya que todo aspirante a la presidencia quiere tener oportunidades lo más pronto posible. Y si bien las edades de la mayoría de los aspirantes les permiten esperar hasta el 2020, la naturaleza de los políticos es aprovechar el momento.
En Mateo 9:37, Jesús le dijo a sus discípulos: “La mies es mucha, pero los obreros pocos”. Pero en materia política en nuestro país, los aspirantes son muchos y las oportunidades pocas. Y a pesar de ello, conociendo el peso específico de los expresidentes, los muchos aspirantes no han hecho nada para limitarles el tiempo y aumentar sus posibilidades. Los dejan como espadas de Damocles
En tal sentido nadie debe sentarse a esperar que quienes tienen mayor liderazgo y posibilidades de continuar o retornar al poder, cambien o promuevan modificaciones constitucionales que pudieran poner en riesgo esas posibilidades, ya que, a mayor cantidad de aspirantes, menor oportunidades de lograrlo. Porque mientras los presidentes y expresidentes puedan volver a postularse sin tener límites, los espacios se mantendrán más o menos cerrados.
Pienso que todo va a quedar igual. Que Danilo terminará el 16 y podrá retornar tranquilamente en el 20, cuando soplen otros vientos y la economía pudiera estar en mejores condiciones. Porque una reforma constitucional en estos momentos tiene demasiadas aristas cortantes. Además de pensarlo mucho, tendrían que ponerse guantes de malla metálica para evitar heridas sangrantes. Parece ser que continuará vigente el dicho: el que viene atrás que arreé. tabasa1@hotmail.com
Santo Domingo, R.D., miercoles, 09 de julio de 2014.
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