¡Algo huele muy mal!

Álvaro Arvelo hijo

Nunca se lo dieron al exquisito compositor Juan Lockward. Se lo dieron a Rafael Sánchez Cestero, máximo tenor de la historia musical dominicana.

Nunca se lo dieron al gran maestro de la versatilidad en la composición como lo fue Bienvenido Bustamante. Nunca se lo dieron a Juan Llibre, máxima expresión de la declamación romántica latinoamericana.

Nunca se lo dieron al historiador, investigador y propulsor del arte criollo Jesús Torres Tejeda. Nunca se lo dieron al compositor, pianista, arreglista y concertista del amor Nicolás Yabra.

Nunca se lo dieron al mecenas Pepe Bonilla Portalatín. Nunca se lo dieron a la Margot Fonteyn dominicana: Magda Corbett. Nunca se lo dieron al magistral conductor de fama internacional Billo Frómeta.

Jesus Manuel Lopez Balaguer

Nunca se lo dieron al sutil bailarín clásico y actor Liliano Angulo. Nunca se lo dieron al peregrino sin amor Bienvenido Brens. Nunca se lo dieron al sinfonista por excelencia Manuel Simó, de quien Leonard Bernstein dijo que estaba a la altura de los mejores del mundo. Nunca se lo dieron en premio a 60 años cantando a la bolerista inigualable Teté Marcial.

Rafael Corporan

Voy a parar ahí, porque es muy larga la lista de los fallecidos que estando vivos nunca le dieron ese premio. Para hacerles honor, tendría yo que escribir 200 artículos.

Pero… tampoco se lo han dado a vivos como la decana de las tablas dominicanas María Cristina Camilo. No se lo han dado al cantantazo José Manuel López Balaguer, el inmenso y eterno “Lope”.

No se lo han dado al cantante, historiador, investigador, folklorista y Mister Universo Fernando Casado, ese mismo Magistrado que fue también maestro de la radio. No se lo han dado al tenor, historiador, investigador y escritor Arístides Incháustegui.

Maria Cristina Camilo

No se lo han dado al Señor Televisión Rafael Corporán de los Santos. No se lo han dado a la virtuosa del piano Floralba Del Monte. No se lo han dado a la maravillosa bailarina, educadora del arte, folklorista y forjadora generacional Josefina Miniño.

Lo mejor es detenerme otra vez, porque igual que con la lista de fallecidos tendría yo que escribir 200 artículos de los vivos sin el premio.

Ahora bien: si a usted, amigo lector, le tocara votar entre el extraordinario maestro Papa Molina y el grupo de “aventureros”, ¿por quién lo haría?

Si algo olía mal en la Dinamarca de Shakespeare, igual mal olor hay en la “soberanía” dominicana.

Santo Domingo, R. D., lunes, 19 de abril de 2010

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/4/19/45939/Algo-huele-muy-mal