miércoles, 4 de agosto de 2010

Sobeida, pólvora y gaviotas




El bulevar de la vida //
Pablo McKinney

A los dominicanos nos encanta la chercha. Somos un país tan bullanguero y cherchoso, que de nuestros más terribles horrores hacemos un verso, armamos una fiesta… y los bailamos.

Uno de mis maestros de periodismo, don K-Bito Gautreaux, me lo demostró con el siguiente argumento: “Qué decir, McKinney, de un pueblo que es capaz de bailar acurrucado en el regazo de una mulata, un merengue con las siguientes letras: “Ay, siña Juanica, de por Dios, Caramba, ombe, se me muere el niño y no tengo medicinas, tengo el gallo bolo y la puerca polanchina, por cuatro reales yo se los doy, siña Juanica.”

La cita viene a cuento por lo del caso Figueroa Agosto y su banda.

Mientras seguimos sin saber en cuáles esferas del poder se apoyaba este señor para realizar sus actividades delictivas con tanta libertad, de lo que nos enteramos ahora es de sus dotes de amante, en una película porno que está rompiendo record de ventas nacionales que ya puede envidiar el exitoso Alfonso Rodríguez.

Sobeida es hoy el divertimento nacional, el hobby preferido de los dominicanos. Pero resulta que contra la muy señora no hay más pruebas que la supuesta compra de dos apartamentos, aunque alguien me aseguró hoy que están a nombre de su hermana medio suiza. Lo demás es sexo.

Pero de todos modos, el no poder demostrar el origen del dinero con que se han adquirido bienes y propiedades, es una prueba que difícilmente supere la mitad del gabinete de los últimos cinco gobiernos que gobierno han sido. ¡Hagan memoria!

“Somos así, así somos”. Antes que sucumbir a la depresión y sus suplicios, el dominicano prefiere la chercha y sobre todo el fornicio. Por eso el único cine dominicano rentable es el de humor. Por eso, según me cuentan, en los moteles se hacen colas los sábados, y en cualquier parqueo una pareja de amantes reproduce feliz la especie humana.

En fin, que el problema, camaradas, no es Sobeida y sus infinitas habilidades y talentos para el arte horizontal, sino Figueroa Agosto y sus muertos, su droga de mierda, sus impunes cómplices del poder, sus protectores.

Pero ya ven, a los dominicanos y a nuestras autoridades, nos encanta gastar “pólvora en garza”; y con más fe, si en las caderas de esa gaviota, ay, nunca se pone el sol… según me cuentan.

Santo Domingo, R.D., miercoles, 04 de agosto de 2010

(pablomckinney.com)
http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/8/4/56383/El-Bulevar-de-la-vida
http://www.desdemiescritoriord.blogspot.com/

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