Félix Santana García
Sin haber salido de los efectos que aun siente el mundo por la situación calamitosa de las finanzas e hipotecas que tuvo sus origines en los Estados Unidos, Europa y Asia, a principios del año 2007, el mundo se enfrenta a una nueva crisis de los precios del petróleo y los alimentos.
Acontecimientos políticos que hoy se suscitan en el medio oriente, zona de gran producción petrolera, a raíz de los reclamos en contra de la corrupción, autoritarismo, desigualdades sociales y dictaduras de mas de 30 años, han provocado que los precios de los hidrocarburos, después de haber experimentado una baja significativa, estén transitando por una sostenida escalada.
Antes de que se originaran estos hechos, ya de por sí, la situación de los hidrocarburos se tornaba difícil, debido a la gran demanda de los mismos, de parte de naciones emergentes que hoy demandan mucho más de esta forma de energía.
Como consecuencia de este cuadro tétrico, que hoy enfrenta la humanidad, los gobiernos de los diferentes países que conforman la comunidad mundial, se aprestan ha tomar medidas de ahorro urgentes, a los fines de mitigar los efectos de esta nueva crisis.
La República Dominicana, como parte del concierto de naciones del planeta tierra, se prepara a tomar medidas de ahorro que eviten, que el impacto de esta nueva situación del sector externo sea tan fuerte que desestabilice totalmente el sector interno de la economía dominicana.
De ahí que el gobierno, haya anunciado que para los próximos días, se tomen medidas ante las alzas del petróleo y los alimentos.
En ese sentido las autoridades plantean, que antes de que se apliquen las referidas medidas, se discutan con los diferentes sectores de la vida dominicana.
Asimismo, invitan muy especialmente a los empresarios a compartir el ahorro en el gasto, haciendo la promesa de que el gobierno ahora si cumplirá, con las medidas de austeridad que adopte.
En esa misma línea de ideas, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), para las elecciones del 2012, ingwniero Hipólito Mejía Domínguez, exige que ante la situación actual el Gobierno y el sector privado, se pongan de acuerdo en un riguroso plan de austeridad, donde se elimine el dispendio y la “francachela”.
Si las medidas de ahorro que han de aplicarse, no contemplan un compromiso serio, responsable y proactivo, de parte de las autoridades gubernamentales, donde prime la sinceridad de que en verdad se respetaran las mismas y, de que el gobierno será el garante de que será el primero en dar los pasos de las medidas de ahorro, estas caerán en el vacío, como ha ocurrido en otras ocasiones de urgencia económica de la nación dominicana.
Si el gobierno toma la iniciativa de revisar la ley No. 112-00 de Hidrocarburos, bajar el consumo de energía eléctrica de sus oficinas, consumir menos combustibles en sus unidades motorizadas, incentivar un mayor uso del gas natural, corregir los problemas de embotellamientos en el transito urbano, combatir la corrupción, seguro que se enviaría una buena señal, de que en verdad se quiere ahorrar y la población se vería compelida a sumarse al cumplimiento de las medidas que se adopten. No se olviden de que se educa con el ejemplo.
Santo Domingo, R.D., lunes, 14 de marzo de 2011.
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