martes, 5 de abril de 2011

“El desfile del millón”

AL DÍA//
JUAN JOSÉ AYUSO

La tiranía de Rafael Trujillo caía con rapidez, lo que acentuaron las sanciones en su contra dictadas por la Organización de Estados Americanos, agosto de 1960, en San José, Costa Rica. 

 El 24 de junio de ese año, Trujillo organizó un atentado contra el presidente de Venezuela del que Rómulo Betancourt resultó solo con quemaduras en sus manos y respondió con acción ante la OEA.

 El año anterior, 14 y 20 de Junio, más de doscientos patriotas aterrizaron y desembarcaron en el aeropuerto de Constanza, La Vega, y en las playas de Maimón y Estero Hondo, Puerto Plata.

 En octubre de 1960, y para celebrar su cumpleaños, Trujillo organizó un “desfile del millón” con asistencia obligatoria de empleados públicos que por horas marchó en la avenida George Washington.

 La mayoría de dominicanos resintió no sólo tener que firmar los manifiestos de adhesión elaborados sino la incomodidad de desfilar, muchos de saco y corbata, bajo el sol inclemente de la vía a orillas del Mar Caribe.

 (En realidad, el desfile pretendía demostrar a la opinión internacional el “apoyo  incondicional” del pueblo al tirano).

 En enero de ese año, el Servicio de Inteligencia Militar que dirigía otro asesino, el “coronel” John (“Johnny”) Abbes, descubrió una conspiración con el nombre del 14 de Junio que llevó a las cámaras de tortura a centenares de jóvenes de todo el país.

 La tiranía caía con rapidez y la desesperación del tirano lo llevó a la pantomima del “desfile del millón” y al mes siguiente, al asesinato de las antitrujillistas hermanas Mirabal -Patria, Minerva y María Teresa-, cuando regresaban de visitar a los maridos de dos de ellas prisioneros  desde principios de año.

 El domingo 27 de marzo anterior, en el Estado Olímpico, el presidente Fernández y un grupo de sus más favorecidos funcionarios convocaron a una manifestación reeleccionista.

 Durante el acto, el rebaño entregó al Presidente 700 volúmenes que contendrían las firmas de 2 millones 200 mil ciudadanos que reclamaban su repostulación para 2012.

 Esas firmas, obligatorias sin duda, serían las de empleados públicos que llegan a 350 mil y las de otros tantos favorecidos por “planes del Estado” como las tarjetas “Solidaridad”, “Bonogás” y “Bonoluz”.

 El Estadio Olímpico tiene capacidad para unas diez mil personas y pudo haber 12 mil en la pantomima reeleccionista del 27. Esa cantidad de miembros tenía el Partido de la Liberación en 1996 cuando, por el respaldo de Joaquín Balaguer, llegó por primera vez al poder con Fernández de candidato.

 Los 2 millones 200 mil “votos” de las firmas en los 700 volúmenes coinciden con el número de votantes que ganaron el Presidente, el PLD y sus aliados en las elecciones de 2004 y 2008.

 ¿En cuánto han subido la población electoral en los últimos seis años?

Santo Domingo, R.D., martes, 05 de abril de 2011.

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