JUAN TAVERAS HERNÁNDEZ
El discurso de Leonel Fernández, ya sea en su condición de presidente de la República o de presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), no me interesa. No dejaré de hacer lo que tengo que hacer para escuchar a un hombre que siempre dice lo mismo no importa que hable de economía, de filosofía, de historia, de política o de ciencias ocultas. Todo termina en lo mismo: “¡E pa’ lante que vamos!”
Me cansé de sus cuentos. Me cansé de sus chistes malos. (Prefiero los de Pepito). Me cansé de poses acarameladas frente a la televisión. Me cansé de ver la mediocridad disfrazada de intelectualidad barata comprada en los mercados de la pulga de la Organización de Estados Americanos.
Me cansé de que me cojan de pendejo. ¡Me harté! No me importa si habla desde el Palacio Nacional, desde la Casa Nacional del PLD, desde el Palacio de Justicia, desde el Palacio de la Bachata o desde el Palacio del Son. Igual puede ser desde el Palacio del yaniqueque. ¡No más!
Después de haber recibido el último aumento de precio de los combustibles, no puedo sentarme frente al radio o la televisión para escuchar como nuevamente, con sonrisa de muerte, Leonel hace política conmigo mintiendo. No puedo, después de haberme subido la tarifa eléctrica en un 19% y anunciar que la dejará flotar para que continúe elevándose, permitir que me venda como bueno un gobierno como el suyo, malo y corrupto.
No puedo permitir que ahora venga, como un farandulero cualquiera, en la mayor farsa de su vida, a venderme al candidato presidencial de su partido. (Puro Teatro, canta La Lupe)
Este domingo convocaré a un grupo de amigos integrado por César Cedeño, Rafael Martínez, David Brito, Vicente Sánchez Baret, Arsenio Borges y José Miguel Cabrera, entre otros, a la casa de Yadira Henríquez para unos tragos, un “chambre de guandules verdes”, mientras jugamos unas “cuantas manos” de dominó, entre risas y canciones de nuestros cantantes favoritos.
¡No permitiré que Leonel me siga amargando la vida!
Santo Domingo, R.D., domingo, 24 de julio de 2011.
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