Juan Arístides Taveras Guzmán
No acostumbro en política a entrar en polémica, porque no luce en democracia, ya que veo la política como una forma civilizada que permite la búsqueda del poder, donde cabemos todos con votos, libres y transparentes, porque de lo contrario, ya los pueblos no permitirán, como antes, que en la mayorías de las elecciones los que ganaban, de alguna forma eran cuestionados sus triunfos por fraudes, abusos de los recursos del poder, gastos excesivos en clientelismo y otras trapisondas.
Ya hemos visto presidentes sacados del poder presos y otros cumpliendo condena en su casa. El que no ha despertado con las crisis que nos vienen afectando hace mas de 15 años, debe convencerse con seriedad y más bien es una obligación, porque la vida lo exige a gritos con las discriminaciones, el desequilibrio abismal de las riquezas y la falta de escrúpulos con los recursos que pagan los ciudadanos.
Los reformistas dejamos en el poder al PLD, pero hasta la belleza cansa. 12 años fue mucho hasta con Balaguer, que sin impuestos y sin préstamos construyó este país, de lo cual vivimos. A propósito del candidato del PRD, Hipólito Mejía, me llamó la atención como ha venido cambiando, ajustado al momento y a la realidad, y más cuando prometió a los hermanos reformistas que lo ayuden a llegar a producir el cambio que necesitaba el país que luego regresen al PRSC porque dicho partido lo ayudaré luego, porque es indispensable para el equilibrio democrático, y ello confirma sinceridad para dicho cambio que él ofrece con el PRD.
Tengo mucha honra de haber servido a Bosch representándolo en las elecciones de 1966 por La Vega, Jarabacoa y Constanza. Hasta la vida por poco pierdo. Les serví a los reformistas también muchos años y conservo las auditorías que prueban que lo hice con pulcritud por mas de 40 años a todos los niveles, aunque mi jubilación que dejó aprobada el Hipólito Mejía y hoy es activada por el senador de Moca José Rafael Vargas, hablando con el presidente, el consultor jurídico y otros; pero parece que la justicia para esta jubilación no existe, siendo de ley.
Las discriminaciones frustran, pero yo no dejaré la política ni a tantos amigos comprometidos con mi equipo de trabajo de siempre, Los 99, que hizo historia.
Como la vida sigue, me propongo ayudar a ganar en las próximas elecciones el que entienda que merece apoyarse entre Danilo Medina y Hipólito Mejía. Adelanto, que donde me tire, definitivamente, será más que influyente, solo con mi larga familia. Además quiero ver si confirmo lo que decía el maestro Balaguer, que un pueblo y una persona bien motivada, es capaz de lo inaudito, como fueron los trinitarios, quienes, en grupos de tres, articularon gente hasta lograr una independencia que hoy disfrutamos, a medias.
Santo Domingo, R.D., jueves, 12 de enero de 2012.
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